La primera sesión en abierto del juicio por la muerte de Asunta Basterra estuvo protagonizada ayer por las intervenciones de los representantes de las partes, que expusieron ante el tribunal y los jurados versiones contrapuestas sobre los hechos que rodearon la muerte de la menor.
En una jornada que se prolongó casi por seis horas –con dos recesos–, los abogados de las defensas recurrieron a un discurso “lacrimógeno” en sus intervenciones y apelaron al papel de “víctimas” de los acusados, los padres de Asunta, al tiempo que plantearon la existencia de otros culpables.
Por el contrario, la acusación popular y la ejercida por el Ministerio Fiscal se mantuvieron firmes en sus escritos de calificación, apuntando a los padres como coautores del asesinato de Asunta mediante “un plan” pactado para “deshacerse” de la niña, que “les estorbaba”.
Ante los miembros del jurado, las acusaciones analizaron los testimonios que les han permitido llegar a sus conclusiones de culpabilidad, mientras que las defensas aseguraron que no hay “ninguna prueba” de que hayan sido los autores y reclamaron que se abran nuevas vías de investigación.
Durante su intervención, el fiscal del caso, Jorge Fernández de Aránguiz, reiteró que su tesis pasa porque la muerte de Asunta Basterra “fue cosa de dos” y fruto de “un plan” pactado por sus padres para “deshacerse” de ella.
Aránguiz basó su argumentación en los repetidos casos de sedación acreditados por los análisis del cabello y las ocasiones a las que no pudo acudir a clase, así como en las diferentes versiones dadas por los padres del día de la desaparición.
Entre otros elementos, el fiscal advirtió al jurado popular del hecho de que pruebas como el portátil de Alfonso Basterra “costó encontrarlo”, por lo que sostuvo que la actitud de los acusados ha sido de “obstrucción”.
Además, según la Fiscalía, Rosario Porto cambió su versión inicial sobre lo que hizo la tarde de los hechos tras conocer a través de los medios de comunicación que había grabaciones que la mostraban yendo en compañía de su hija a su vivienda de Teo, aunque inicialmente dijo que había ido sola.
Durante su turno de intervención en el juicio, el abogado de la acusación popular, Ricardo Pérez Lama, en representación de la Asociación Clara Campoamor, defendió las conclusiones sacadas de la investigación, “absolutamente independiente” y que “los padres entorpecieron desde el minuto uno”.
Además, advirtió de que “tan autor del asesinato es el que asfixia como aquel que ejecuta o realiza todos los hechos necesarios para que esa sofocación se produzca”.
Por su parte, el abogado defensor de Rosario Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, lamentó que se “desechasen otras vías de investigación” y, al igual que la defensa de Alfonso Basterra, aludió al hombre cuyo perfil genético fue localizado en la camiseta de Asunta para asegurar que “no tiene ninguna coartada”. Apostó por “tratar de defender” el nombre y derechos de Asunta como “mejor homenaje” a la niña, que ayer habría cumplido 15 años.
Pidió que “se busque al verdadero autor de los hechos” y reclamó incorporar a la causa “impresiones” de medios digitales en los que se describen las características de las víctimas del pederasta de Ciudad Lineal, cuyo “modus operandi” vinculó con el crimen de Asunta. La defensa de Basterra reclamó también indagaciones en esta línea, a la que se opone la Fiscalía.
La abogada Belén Hospido, que defiende a Alfonso Basterra, negó que su propósito en el escrito de conclusiones fuese tratar de “trasladar la culpa” a Rosario Porto cuando se refiere a quién compraba el medicamento orfidal que se halló en el cuerpo de la niña y quién lo administraba. El fiscal Fernández de Aránguiz pidió que durante el juicio que comparezca como testigo la funcionaria que atendió a Rosario Porto y Alfonso Basterra en el juzgado cuando estos acudieron para solicitar la incineración del cadáver de su hija.
La abogada Belén Hospido solicitó incorporar a la causa fotografías de una actuación de ballet en las que figuran compañeras de la menor. Con ello pretende demostrar que las de la hija adoptiva de su cliente, que trascendieron durante la instrucción del caso, son “inocuas”.
Por otro lado, al principio de la sesión, las defensas solicitaron “restricciones” en la difusión del juicio, para que no se pudiesen emitir secuencias audiovisuales de la vista oral en los medios de comunicación, pero esta petición fue rechazada por el tribunal y el jurado. n