Se quedó en Ferrol la victoria de la fiesta gallega de la máxima categoría nacional del fútbol sala. Y, aunque el marcador final parece indicar que el triunfo de O Parrulo fue más o menos en cómodo, en realidad fue bastante más complicado de lo que pudiese parecer. Sin embargo, el espíritu colectivo que esta temporada distingue al equipo ferrolano fue lo que hizo que los tres puntos se quedasen en A Malata.

Si por algo se notó que el partido era un derbi fue por las constantes alternativas que se registraron en los primeros minutos. Y de ellas fue el Pescados Rubén Burela el mejor parado, llegando a disponer de ocasiones que a punto estuvieron de hacerle adelantarse en el marcador. Sin embargo, el esfuerzo defensivo de O Parrulo –en algunas ocasiones– y el acierto del meta Illi –en otras– evitaron que el cuadro visitante se adelantase en el marcador a pesar de estar mejor.

Poco a poco fue despertando el equipo ferrolano, que sobre todo encontró en las acciones individuales de Adri y en el juego de espaldas de Saura la manera de crear peligro a su rival. Los minutos, sin embargo, iban pasando y el marcador no acababa de moverse. Solo una acción puntual podía hacerlo y esta llegó a falta de poco menos de tres minutos para el llegar al descanso cuando una acción individual de Adri se resolvió con un disparo entre las piernas de un rival que se convirtió en el primer tanto.

Reacciones

Comenzó la segunda parte y, cuando no se había cumplido ni un minuto de juego, Saura agrandó la ventaja local al remachar una acción de Rahali. Sin embargo, un tanto casi inmediato del visitante Renato evitó que hubiese cualquier tipo de relajación en las filas locales. Al revés, con el cuadro visitante volcado en busca del empate, O Parrulo se esmeró en mostrarse fuerte en su parcela defensiva para, de esta manera, conservar la renta.

Una acción a balón parado que Adri insistió en realizar de la manera en la que se llevó a cabo permitió al cuadro local aumentar su renta ante un rival que ya tenía cinco faltas en su haber. El Pescados Rubén Burela, incluso, apostó por el juego de cinco para intentar reducir las distancias, pero no lo consiguió ante un rival que derrochó esfuerzo defensivo, que pudo sentenciar con un doble penalti que Saura no acertó a convertir y que Iván Rumbo selló cuando solo quedaban unos segundos para el final. l