El coronavirus estropea el póker de Lucas Wünschmann

El coronavirus estropea el póker de Lucas Wünschmann
El canterano del San Sadurniño era un fijo en el esquema de Suárez durante los últimos partidos en Superliga 2 | jorge meis

A poco menos de un mes para cumplir los 18 años –un importante cumpleaños que quizá ya pueda disfrutar fuera de su casa en Neda–, Lucas Wünschmann Porta, una de las perlas más brillantes de la cantera del Aldebarán San Sadurniño, es uno de los voleibolistas locales que, sin duda, más a va a perder debido a la inesperada pandemia del coronavirus.

No solo por la suspensión de una Superliga 2 en la que estaba contando ya con muchos minutos en las filas del Intasa –”los últimos cuatro o cinco partidos los jugué ya casi enteros”, comenta–, sino también por la de tres Campeonatos de España en los que iba a participar en los próximos meses. Y es que Wünschman era el único local que figuraba en la lista de convocados para formar parte de los combinados infantil y cadete que representarían a Galicia en el Nacional por Autonomías escolar. Una prueba que se iba a celebrar en Valladolid a finales de junio y que hubiese supuesto la tercera ocasión para el nedense de vestir la elástica “irmandiña” –en esta ocasión como cadete de segundo año–.

Además, “había fichado por el Boiro para jugar el Campeonato de España juvenil y cadete”, cuenta Wünschmann, “pero recibí la noticia de que se había suspendido todo”. Relata el integrante de un Aldebarán San Sadurniño que ya en la campaña pasada comenzó a dar muestras de su gran potencial, con Charly Suárez abriéndole las puertas del primer equipo. Este estaba siendo, sin duda, el año de su confirmación. Una puerta que comenzaba a abrirse y que, desgraciadamente, se cerró momentáneamente debido al coronavirus.

“Empecé la campaña lógicamente en el banquillo, pero poco a poco iban metiéndome en los partidos, no muchos puntos, más para el saque y otras cosas”, comenta el jugador. Pero en este caso, las lesiones de unos supusieron la oportunidad para otros, como fue el caso del de Neda, que ante la imposibilidad de jugar, por ejemplo, del capitán Uxío, “iba saliendo más, porque hacían falta jugadores”.

Progresión

Así, su presencia se dio en trece de los 19 duelos que disputó el Intasa hasta la suspensión de Superliga 2 –”yo pensé que se iba a controlar y se iba a poder acabar la liga, pero la situación no fue a mejor”, comentaba el canterano–, lo hacen figurar en el vigésimo octavo lugar del ranking de opuesto, entre más de medio centenar de jugadores.

Una evolución a lo largo de estos últimos meses, consciente tanto para lo que estaban en las gradas como para los que estaban en la pista, incluido el mismo. “Sí, hubo cierta progresión. Mis entrenadores ya decían que iba mejorando, y yo también lo veía, un gran cambio. Y aunque tuviese un mal día, aun así veía que había progreso y siempre aprendía cosas nuevas”, analiza el voleibolista de la entidad azul.

Un parón en su camino ascendente que, como es lógico, “me fastidió bastante, pero para el año se puede seguir, no hay que parar”, sentencia el joven voleibolista que vive este encierro con su familia en Neda en una situación que le ha llevado a perderse el que hubiese sido, además, su último Nacional por Autonomías. “Se entiende, es por la salud de la gente, pero yo quizá veía la posibilidad de atrasarlos para el verano y se seguía entrenando”, comenta, “así al menos podías jugar los campeonatos y disfrutarlos”.

Y sin estas fechas ya señaladas en el calendario, este alumno del Fernando Esquío nedense aprovecha los días haciendo ejercicio –"para mantenerme en forma y a veces Parga nos manda vídeos de partidos y otras cosas"– y haciendo las tareas que le envían desde el colegio. Todo ello con la vista puesta en volver a una pista "que se echa de menos. Soy una persona bastante activa y me cuesta mantenerme quieto". l

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