El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, convocó hoy un Consejo de Ministros extraordinario que estudiará un nuevo Real Decreto de estado de alarma, arropado por las peticiones de diez comunidades, que, además, están aplicando sus propias medidas para frenar la segunda ola de la pandemia.
Ninguna comunidad del PP hasta ahora lo solicitó, de forma que el Gobierno cuenta con las peticiones de Euskadi, Asturias, Extremadura, Navarra, Cataluña, La Rioja, Castilla-La Mancha, Cantabria, Baleares y la Comunidad Valenciana, junto con Melilla, además del apoyo de Ciudadanos, lo que le garantizaría una eventual prórroga en el Congreso de los Diputados por otros 15 días.
Varias de ellas formalizaron ayer su solicitud, como Castilla-La Mancha, donde la Junta de Comunidades, con el apoyo del PP y Ciudadanos, requirió la declaración del estado de alarma para su región, aunque prefiere que la medida sea para toda España, petición que trasladó a Sánchez en una carta el presidente regional, Emiliano García-Page.
Lo mismo hizo el de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien en su carta defiende una actuación coordinada con el Estado en la que las comunidades mantengan sus competencias para decretar las medidas precisas en función de la evolución de la pandemia en cada territorio.
Cataluña, que acordó el viernes sumarse a la cascada de peticiones que se sucedió durante toda la tarde, se plantea aplicar un toque de queda de las 22.00 a las 6.00 horas, y prepara además una batería de medidas complementarias que quiere poner en marcha cuanto antes.
Pero, como reconoció la portavoz del Govern, Meritxell Budó, la opción del confinamiento es una posibilidad “que se pone encima de la mesa en función de cómo avancen los datos”.
También Baleares solicitó que se les incluya en el decreto de nuevo estado de alarma para disponer de amparo a la hora de establecer “restricciones excepcionales adicionales”.
Paralelamente, las comunidades que optaron por diseñar su propia alternativa fueron publicando ayer sus respectivas órdenes con sus medidas para doblegar esta segunda curva.
Es el caso de la Comunidad Valenciana, donde hasta el 9 de diciembre regirá un toque de queda que supondrá que entre la medianoche y las seis de la mañana solo podrán transitar por la calle quienes vayan a trabajar, tengan una urgencia médica o se desplacen para atender a dependientes.
Castilla y León también publicó su propia orden por la que se limita parcial y temporalmente la libertad de circulación de las personas en la comunidad desde las 22.00 hasta las 06.00 horas.Asimimo, Ceuta solicitó decretar el toque de queda nocturno.
Asimismo, pese a que descartó solicitar el estado de alarma, Aragón anunció aceptará incondicionalmente lo que decida el Ejecutivo de Pedro Sánchez.