Su tía paterna, Aya Biran-Nirko, se había ocupado del pequeño desde la muerte de sus padres y su hermano en el accidente del teleférico hasta que el menor fue secuestrado por su abuelo materno, Shmuel Peleg.
El niño, que había perdido a sus padres y su hermano en el accidente y estaba a cargo de su tía paterna, ha estado en el centro de una batalla por la custodia durante meses, después de que la familia materna la hubiera reclamado desde Israel.
El pequeño está acompañado por su tía Aya después de que en el accidente perdiera a sus padres, su hermano pequeño y sus abuelos, de origen israelí, entre las 14 víctimas mortales.
El hecho de que el sistema de frenado de seguridad no se activara provocó que la cabina "cobrara velocidad" hasta "salir disparada fuera de los cables de soporte".
El accidente tuvo lugar a 300 metros de la estación de llegada, en Mottarone, y a 1.490 metros de altitud, cuando cedió el cable y la cabina se estrelló contra un bosque.