Por mucho que el Ejecutivo insista una y otra vez, las comunidades autónomas no tienen garantías que les permitan tomar determinadas medidas, como el cierre de los establecimientos de hostelería y, de eso, Urkullu sabe mucho, dado que fue un juez el que le tumbó esa medida ya en una ocasión.
Así que optó por volver al Congreso, donde el sueldo es bueno y el trabajo tampoco es que estrese, y seguir, es de suponer, luchando por Galicia desde la capital del reino.