El incidente fue confirmado por la propia marina en un comunicado en el que asegura que los heridos no presentan lesiones que pongan su vida en peligro.
Esta decisión supone el fin de las esperanzas de recuperar los cuerpos de los 53 tripulantes que, según la principal hipótesis, están atrapados en su interior.
En los últimos días han encontrado partes de un torpedo, un tubo de refrigeración, una tela usada para rezar y lubricante para el periscopio, entre otros objetos, lo que podría indicar que se produjo una grieta en la nave.
Barcos y helicópteros de la Marina peinan sin descanso, ayudados del sistema sónar, las aguas del norte de la isla de Bali donde la madrugada del miércoles se perdió el contacto con el Nanggala-402.
El S-81 “Isaac Peral” cuenta con elementos de turbinas realizados en los astilleros ferrolanos