El Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP) alerta de que el exceso de esmaltes permanentes puede provocar alteraciones y daños irreparables en las uñas, ya que "dificultan la transpiración, dañan la lámina ungueal y hacen que la uña se haga más fina, pierda brillo y se rompa con más facilidad", según explica el secretario general del CGCOP, Juan Dios.