Personas que la pandemia ha golpeado especialmente como hemos contemplado desde marzo de este año.La exaltación del lucro, del beneficio, del resultado, de la eficiencia, también del Estado y de la intervención pública, conducen, desde la instauración del pensamiento único, a la conversión del ser humano, sea del que está por venir, del que es, pero vive en malas condiciones y del que está a punto de dejar de ser, en puro objeto de usar y tirar.El dominio de la técnica y de la eficiencia suele llevarnos a ambientes en los que la persona es reducida a un mero engranaje de una estructura que la convierte, como mucho, en un bien de consumo que cuándo ya no sirve a la causa, es desechado sin reparo.