Otra aspiración es que cueste menos de 15.000 euros y que sea diésel, a pesar de que en el mercado de vehículos nuevos este combustible apenas representa un 20% del total y la gasolina ya supone una de cada dos ventas.
De los 189 concesionarios de 2019 se pasó a los 174 que quedaban el año pasado y que daban empleo a casi 6.500 personas.