Líderes incorrectos

Empezaron los torneos veraniegos futboleros que dan e pistoletazo de salida a la liga española de fútbol, la liga más galáctica e incorrecta por medio cuadrado, no con ello la critico ya que me reconozco como futbolera o a su defecto, ojeadora de todo lo que se llame deporte, por entenderlo como una forma y manera de vida.
Pero este año empezaba ya mal el circo del fútbol, y cito circo porque todo lo que lo envuelve cada vez me parece más circense debido a sus desorbitadas acrobacias y piruetas a la hora de los fichajes y de esquivar a Hacienda, que aquí se habla de que somos todos pero me río yo.
La Supercopa de España si bien dio el pistoletazo de salida nos dejó una realidad, un endiosamiento elevado a la enésima potencia de un portugués, que en pocos días tendrá que sentarse delante de un juez  a declarar presuntamente su evasión de impuestos. ¿Empujará también al juez como hizo el otro día en el partido creyéndose intocable?
Que mala imagen, sabiendo que es una de las personas más admiradas por toda la base que componen los ciento y un equipos que juegan en diferentes categorías, y así como se hace famoso su corte de pelo, su grito tras marcar un gol, espero que no copien su feo gesto de empujar al máximo órgano colegiado que es la autoridad en los terrenos de juego.
Pocos partidos veo yo que le sancionaron, ellos tienen que ser ejemplo, y sí todos nos podemos equivocar algún día porque somos humanos, pero no vi una rueda de prensa pidiendo disculpas del propio jugador entonando un “me he equivocado, no volverá a suceder” porque para colmo, su club salió en su defensa alegando ante el juez único que fue un acto reflejo, vamos como si fuera un simple tic que le da y anda empujando al que él diga porque es Dios.
Y como estos días veraniegos dan para mucho pensar, lo extrapolo y pienso, los jugadores no dejan de ser meros trabajadores para una empresa en estos casos llamadas club de fútbol, y qué pasa si tú en tu trabajo diario empujas a un jefe, directivo o como quieras llamarlo, la empresa sale a darte una palmadita, o te remite una atenta carta en dónde te indica el camino a las listas de espera del Inem?
Pues eso es lo que crítico, un circo señores, pero montado de tal forma que luego discutimos si el castigo es mucho o poco, como si no hubiera más que el negro o el blanco, en fin, al final como los burros con las orejeras.
 

Líderes incorrectos

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