BANCOS

Está claro que no hay nada mejor que un premio sobre algo, para que la gente  empecemos a recorrer esos lugares  como si no hubiera un mañana, y  aun sabiendo que han estado ahí toda la vida y lo seguirán estando,  está claro que nos gustan las masas y multitudes.
El pasado verano aprovechando un día largo de playa por la zona de céltigos, y antes de sucumbir a una deliciosa cena en el puerto de Espasante, nos llevan a ver una de  esas puestas de sol , que te quedarán siempre en la retina. 
Viéramos la fotografía que lo lanzó a la fama  y lo encumbró a los premios  en la sexta edición del Earth and Sky Photo Contest on Dark Skies Importance, un concurso de prestigio que busca los cielos nocturnos más bellos del mundo. El premio nació en 2008, y desde 2009 adquirió una dimensión global. Su objetivo es la preservación de cielo de la noche como parte de nuestro patrimonio natural.
Estábamos allí, en el famoso banco de loiba, con los únicos testigos de os aguillóns, y viendo una de esas  maravillas que nos regala la naturaleza, a nuestros pies,  un sol con un color naranja  impresionante, indescriptible e inenarrable, se iba metiendo en el mar,  hasta perderse. 
Ahora son muchos Concellos de estos lares que aprovechan el tirón, y colocan bancos en acantilados o zonas costeras y sacan pecho por decir que “el nuestro” el más bonito. Cada uno tiene su encanto, y por aquí, con bancos o sin ellos, tenemos unos cuantos lugares que te invitan a soñar.
El fin de semana, con mochila incluida, me iba a recorrer otro de los famosos bancos de esta comarca, más enxebre, rústico y oigan, si digo que las vistas son de quedarse con la boca abierta, aparte de para coger aire, que hacía falta después de la subida, es que una vez más, Ferrolterra volvía a impresionarme. Estaba allí, sentada sobre unas piedras, en forma de banco, en Marraxón, parte alta Fene, otro lugar como el monte de Ancos en Neda,y que deja a nuestra ermita de Chamorro y sus vistas, en un segundo plano. Sin duda, algo está cambiando por estas comarcas, y aunque sea a golpe de bancos, eso sí, turísticos, la gente empieza a sucumbir a sus encantos. Una vez más conseguí  coronar la felicidad como si coronara el Himalaya, pero a menos metros y sin tanta dureza, sólo, la justa.
 

BANCOS

Te puede interesar