Mis discrepancias con Pepe Mel

No salgo de mi asombro cuando leo unas declaraciones del entrenador del Deportivo donde afirma que “Nos salvamos por nuestros propios méritos”. Señor Mel, despierte de su sueño, sea honesto y agradézcaselo al Granada, Osasuna y Sporting e incluso al Leganés. Estos son los méritos del Deportivo. Creo que usted ha vivido una Liga muy diferente a la que sufrimos todos los deportivistas que acudimos a Riazor y también a los entusiastas que se juegan sus euros y su salud acompañando al equipo cuando a éste le toca viajar. No nos cuente usted milongas y deje ya de vendernos humo. Baje de su pedestal, igual que algunos de los jugadores que componen la plantilla, y deje de ponerse medallas por un trabajo donde la apatía y el fútbol que nos ofreció su equipo desde que usted se hizo cargo en la jornada 25 de campeonato ante el Atlético resultó tedioso. En lo que sí estoy de acuerdo es en que nos hemos salvado. Déjelo ahí. Tengamos la fiesta en paz. No nos tome por ingenuos y sea franco consigo mismo y sobre todo con una afición que ha aguantado este curso carros y carretas y que nunca dejó de apoyar al equipo.
También tuve la paciencia de comparar sus números con los de Garitano. Si usted tiene tiempo y ganas, también puede hacerlo y verá que al margen de sus triunfos en casa ante el Barça (apoteósico, no se lo puedo negar) y Málaga y su victoria en Gijón (la única como visitante), no podrá sacar usted mucho pecho. Es la ley del fútbol donde, seguro que ya lo sabe y lo comprendo, solo mandan los resultados, los impulsos, las ilusiones y el orgullo. No por eso hay que dejar de batallar. Como ya dije otras veces, nos faltó encontrar la mecha, la cerilla, la chispa y hasta la gasolina para subsanar la torpeza demostrada de cara al gol y sobrevivir en un oasis cada vez más desierto de fútbol y alegrías para intentar que este turbio y a veces injusto negocio del fútbol en nuestra querida Coruña no muera.

Mis discrepancias con Pepe Mel

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