Más tiempo libre

Dentro de unos días va a tener lugar en la meca del cine la entrega los Oscar. Es una de las fiestas más brillantes de cuantas por aquellos pagos se celebran, no solo por la presencia de actores y famosos del mundo del espectáculo –más de mil invitados–, sino también por la cena benéfica que el cantante Elton John organiza para recaudar fondos con destino a su fundación de lucha contra el sida, una de las instituciones privadas sin ánimo de lucro punteras en el ámbito para el que fue fundada hace veintiséis años.
Así las cosas, desde muy otra perspectiva cabe destacar que será este año la primera vez que la gala cuente con sabor español. Y ello, merced a que la cena estará diseñada y servida por El Celler de Can Roca, el establecimiento catalán que, como bien se sabe, fue calificado en 2013 como el mejor restaurante del mundo.
Pero a lo que iba. A raíz de aquello y patrocinados por un banco español –el BBVA– sus propietarios, los hermanos Roca, organizaron tres giras mundiales de seis semanas durante otros tantos años consecutivos, de cuya expedición formaba parte toda la plantilla, formada por cuarenta personas. Objetivo: estimular la creatividad del equipo.
Poco después del último periplo, varios empleados hicieron saber que esperaban su primer hijo. Y los dueños pensaron en principio montar una guardería junto al local. Pero se percataron de que lo que querían aquellos era tiempo; más tiempo libre para poder conciliar vida laboral, familiar y ocio.
Así que duplicaron turnos y plantilla para reducir jornadas, a pesar de la consiguiente elevación de costes. Pero, en expresión de los propietarios, fue la única forma de “retener talento”. Y este tipo de demanda –añadieron– cambiará el mundo. Es, a su juicio, la próxima revolución que vivirán las empresas: más tiempo libre para el personal como nueva retribución en especie.
En Estados Unidos esta tendencia empieza a abrirse paso y son los millennials –los nacidos en la década de los 80– quienes la están abanderando. En Virgin, la multinacional ligada a varios sectores de la sociedad de consumo, los empleados pueden cogerse todas las vacaciones que pretendan sin tener que pedir permiso o conformidad previa. Y la informática Adobe Systems brinda a sus trabajadores la posibilidad de tomarse un tiempo sabático por cada cinco años de antigüedad. Una y otra compañía apelan a la responsabilidad de los asalariados.
Se trata de un par de modelos de lo que ya está ocurriendo en el mundo empresarial y que va teniendo su reflejo en las legislaciones nacionales. Francia y Alemania, por ejemplo, han regulado los mails de trabajo de forma que se respete el tiempo libre de los empleados. En el primero de ellos los trabajadores disponen del derecho a desconectarse durante los fines de semana. Por algo se empieza.

Más tiempo libre

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