Los ultimos monos de la justicia

odos los gobiernos han hecho caso omiso a las necesidades de la administración de justicia, los ciudadanos se resignan y así estamos en la situación actual. El art 24 de la Constitución reconoce el derecho de las personas a obtener la tutela judicial efectiva. No puede ser muy efectiva cuando para obtener una pensión, cobrar salarios, etc, tienen que esperar 4 o 5 años para que se pueda ver el juicio, con el consiguiente perjuicio económico pues si la empresa es insolvente o desaparecida, Fogasa paga solo parte de los mismos y sin intereses. No se asombren, tengo demandas presentadas en el año 2019, con señalamientos para después del 2022, y como les digo incluso para 2024. Estoy hablando de los juzgados de lo social que tienen una excesiva carga. En las demás jurisdicciones van relativamente bien, salvo la penal, pero la verdad que el futuro condenado no tiene prisa; si en instrucción para el procesado que esta 7 o más años para finalmente ni abrirse el juicio, es demencial. Esa incierta situación produce mucho sufrimiento al investigado, sin que nadie sea responsable. Con lo fácil que sería haber dotado al ministerio de fondos para doblar jueces y algo mas de personal. Ahora es impensable pues se necesita el dinero para comer. Precisamente cuando el aluvión de demandas por las crisis de las empresas, va a hacer que los juicios sean vistos cuando el jubilado y el invalido estén en la tumba, el trabajador en el comedor social y debajo de un puente o si se atreve de ocupa. Y no se les ha ocurrido otra genialidad que declarar hábil el mes de agosto, desde el 11 al 31. Disposición que va a ser debatida ¡en septiembre ¡en el Senado, porque los partidos de gobierno no quisieron tramitarla con urgencia, como pedía la oposición. Con ello se ha dejado a los Abogados y Procuradores sin vacaciones, sin derecho al descanso anual. Si por lo menos ello sirviera para agilizar la justicia, bienvenido sea, pero es que va a estar igual. Durante este mes se nos están notificando actuaciones judiciales fechadas en julio, que pudieron ser resueltas en ese mes. Para los profesionales son inexorables los plazos, por lo que han de cumplimentarlos en el mes que deberían estar de vacaciones y lo más lamentable es que no va a servir para nada, pues recibidas por el juzgado van a estar encima de la mesa del juez, letrado de la administración de justicia y funcionarios, que sí estarán de vacaciones. Es claro que quien paga son los “últimos monos” de la justicia, los profesionales e indirectamente sus clientes. Estos si cobraron el erte, no tuvieron que cerrar el negocio o actividad, por lo menos pueden disfrutarlas. Y mientras vemos al ministro de Justicia en la playa y al presidente de vacaciones en la casa que le regalaron al Juan Carlos I, lo que no considera conductas perturbadoras, al igual que los procesos abiertos contra sus socios de gobierno. En la administración de justicia los profesionales somos los últimos, menos mal que jueces, Laj y funcionarios en general son amables porque no lo tenemos nada fácil. En estas fechas y todo el año las notificaciones tenemos que recibirlas en tres días, si no lo hacemos se dan por hechas y nos empiezan a correr los plazos, ¡ni tres días podemos relajarnos¡¡. En los juicios que se celebran en la antigua audiencia provincial tienes que esperar fuera del edificio a que te llamen, a la intemperie, llueva o caiga un sol de justicia. Nosotros tenemos que estar antes del juicio, pues llegar tarde significa que te quedas sin posibilidad de ejercer tus derechos, sin embargo, puedes estar esperando horas de pie  porque los juicios anteriores se han complicado. El Smac está situado en una calle lateral donde están haciendo obras, también tienes que esperar aguantando el ruido, sin una marquesina en la que poder guarecerte. Lo que dije los “últimos monos”.

Los ultimos monos de la justicia

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