Un tren con retraso

Hace unos días, la operadora pública de los ferrocarriles de vía estrecha anunció que va gastar unos duros en la contratación de un estudio para conocer el volumen y movimientos de viajeros en sus convoyes en Galicia. 
Si a cada paso el servicio del Tren de la Costa se deteriora y pierde viajeros, abunda investigar lo que todos conocemos de sobra. 
Ante este anuncio, es oportuno repasar las inversiones previstas hace años para desdoblar las vías, electrificar la red o crear el acceso a las instalaciones portuarias y centro de Ferrol, por no hablar del fallido desarrollo del AVE del Cantábrico en compensación por el desastre del Prestige, hace ya quince años.
Me parece una falta de respeto a la inteligencia de los gallegos licitar este estudio, además de su manifiesta inutilidad. Lo que sí esperamos los de esta tierra es la licitación de las obras, sin más monsergas, para revertir la historia del tren en el noroeste gallego, relato de un fracaso, y evitar la sangría de viajeros por falta de un servicio moderno que sustituya al actual de escasas frecuencias, lento y con material rodante deteriorado y obsoleto.
Nos llevó decenios acceder a la red de alta capacidad de autovías y autopistas y,  como nadie lo remedie, otro tanto puede pasar para conseguir unas comunicaciones ferroviarias dignas de viajeros y mercancías. 
En este sentido, las necesarias inversiones en el Tren de la Costa se tienen que complementar con la imprescindible renovación del acceso al sur de Galicia y la Meseta después de repetidos y fallidos intentos para definir siquiera el trazado de la alta velocidad hacia Ferrol. 
Aquí, es de justicia reconocer al diputado Francisco Rodríguez su trabajo en soledad en defensa del mismo. 
Por supuesto, no olvido la necesidad de que Galicia cuente con un sistema de cercanías, a semejanza de Asturias, País Vasco o Cataluña.
Pero hay más. Ahora que se iniciaron las obras para llevar el tren al puerto exterior de Prioriño, quiero recordar que esta infraestructura se tiene que suplementar con la proyectada estación intermodal de mercancías en Leixa, fruto del acuerdo entre los concellos de Ferrol y Narón. Para terminar, rememoro el fallido tren de As Pontes.
A la vista de lo repasado en estas líneas, no faltan estudios sino determinación política para empezar obras ferroviarias perfectamente identificadas con que vertebrar el noroeste gallego con estándares europeos.  
ramonveloso@ramonveloso.com
 

Un tren con retraso

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