El camino del PSOE

Hubiera sido bueno que Sánchez respetara a los más de cien mil afiliados que no le votaron para lograr el equilibrio interno en la organización socialista. Lejos de esto, acaba de consagrar al PSOE como plataforma electoral al servicio del líder. 
Me gustaría reflexionar sobre algunas de sus decisiones, empezando por la ligereza de la propuesta de Estado Plurinacional, que evidencia improvisación. Incluso, la vicesecretaria Lastra puso a Bolivia como ejemplo, obviando que el país americano se define así para tener en cuenta a las casi cincuenta etnias que lo habitan. Nada que ver con un Estado Federal, futuro natural de España. Si así pretende atraer al nacionalismo catalán a un futurible pacto para acceder a la Moncloa, va listo. Por no hablar del imposible con Podemos y Ciudadanos a la vez.
Además, acabamos de conocer su decisión de no apoyar el Tratado de Libre Comercio de la UE con Canadá, sin la prometida consulta a la militancia en temas transcendentales, y este lo es, especialmente, cuando hace unos días se votó otra cosa. 
Luego, el nombramiento de Margarita Robles como portavoz parlamentaria, que rompió la disciplina de voto, no sé si será una buena noticia. Ahora, a ver quién cuestiona la de otros cargos electos. O ella misma, cómo va actuar cuando tenga que defender algo que no sea de su agrado.
Ante la afirmación de la presidenta Narbona de que, posiblemente, el PSOE estuviera defendiendo postulados conservadores, me pregunto si ella no estaba allí y cómo olvida los recientes logros sociales de Zapatero. Bien rápido se amoldó a esta nueva raza militante que reparte carnets con pedigrí de izquierdas.
La decisión de Sánchez de transformar el PSOE en su plataforma electoral no se para. Aprovechará el tirón del 39º Congreso para remover obstáculos en  los de las comunidades autónomas, incluso apartando a los que están gobernando, minando las posibilidades de que su partido continúe al frente de las instituciones. 
Mientras hay gobiernos socialistas tratando de mejorar las condiciones de vida en sus territorios, mejor le sería a la nueva dirección proponer soluciones a las consecuencias de la globalización y la ruptura del pacto entre capital y trabajo del fin de la Segunda Guerra Mundial por parte del capitalismo financiero, que nos devuelve a un mundo de desigualdades, con la nefasta separación de poder y política, especialmente para los jóvenes, que provoca su desapego.
Esto no empieza bien y hace falta una buena dosis de sentidiño para reconducirlo.
ramonveloso@ramonveloso.com 
 

El camino del PSOE

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