EL BANQUETE

Todo empezó por Saif Keita, músico albino de Mali, excluido, Mandingo, descendiente de príncipes fundadores. Siguió  el raxo al limón en la Taberna Vikinga, en Catoira. Unas páginas de Roger Garaudy, en sus Diálogo de Civilizaciones  me llevó a Gilgamesh, Ur,  Uruk, al Tigris, al Éufrates, al Edén y sus cuatro ríos. Y a la pregunta ¿sabrán algo de esto, Bush, Blair y Aznar? ¿Sabrán de qué hablan cuando hablan?. ¿Sabemos qué decimos cuando hablábamos de atraso, de subdesarrollo? . Un día nublado y de chirimiri, muy gallego. Continuaba el día con “I`m so glad”, aquella canción que nos parecía de Cream, pero era de Skip James, sus royalties le valieron para prolongarle la vida unos años en su lucha contra el cáncer. El embrujo del raxo con limón y el vino tinto con gaseosa hacían de médium, ese que mancha el vaso, de cuando éramos más gallegos, antes de embotellar el aguardiente. Asurbanipal me retrotrajo al bachillerato, la historia que nunca entendimos, pero que mientras crecíamos llenábamos la maleta  para abandonar el hogar materno-paterno. Mesopotamia, Egipto,Asia, África esa que ahora y antes  devastamos mientras nos echamos las manos o las balas a la cabeza. Saif Keita, Ali Farka, Fela Kuti, Ginger Baker, Ray Cooder, todos estirando un puente que parece imposible. Nunca comí tan barato y tan acompañado, 10 euros entre todos. Allí estaba Bukowkski debajo de la parra, soñando con beberse el mar, o fumarse la estupidez humana.Él empezaba a balbucear: “Guerra, la indescifrable, el placer de los locos, la disputa final de personas que no han crecido”. Pidió una jarra de barrantes tinto sin gaseosa. Me fui a ver el cielo azul de Boiro, mientras Garaudy ,antes de despedirse, me susurraba con voz de siesta: “Lo que se ha convenido en llamar Occidente tuvo su nacimiento en Mesopotamia y en Egipto, o sea en Asia y África”. Como el blues. Ali Farka sentado debajo de un árbol en Mali, haciendo música con Corey Harris. Otros ríos se encuentran,el Niger y el Mississipi. Saif navegó en las aguas del río Liffey, de Dublín, como Joyce, tocó la guitarra y compuso canciones mientras se enamoraba. Los ríos unen vidas, las guerras las separan.

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