La vida según Pepe Bono

hay una frase de Pepe Bono, dicha el otro día en un programa televisivo de La Sexta, que me impactó bastante: “Cuando venga otra vez la vida creo que vamos a ser mejores”. El político socialista equiparaba con la muerte lo que está pasando en el mundo. España incluida. No sé si el ex ministro, ex presidente del Congreso, ex presidente de Castilla-La Mancha, era consciente de la profundidad de lo que decía, pero es igual, porque lo dijo y ahí está, aunque pueda tener una apariencia de exageración. En cualquier caso, a mí me produjo un impacto que no quiero dejar en saco roto. Y lo que acabo de escribir: eso era comparar lo que sucede con la muerte y es claro que no existe comparación más expresiva de lo que pasa.
Se trata de un juicio tremendamente alejado en intenciones de las peroratas de conocidos dirigentes de la ultraderecha, y algo también de la derecha no ultra. No me parece normal que desde este último campo político las cosas que están ocurriendo tengan que ser tergiversadas del modo que estamos viendo. Pero es así y ellos sabrán a dónde quieren llevar las cosas sin evitar la catástrofe universal. Su juego de interpretaciones sobre lo que pasa en estas semanas produce un problema de gigantescas dudas sobre lo que los ultras quieren: me gustaría poder decir que sobre lo que los ultras temen. Meditaré mucho estos días sobre cómo se consigue lo segundo.
Pero paso a otro campo. No, no paso. Sigo en el mismo. Porque voy a lo de que vamos a ser mejores cuando salgamos de esta. Los aplausos masivos de las ocho de la tarde desde las ventanas del confinamiento me sugieren con fuerza que Bono tiene razón en lo de que después vamos a ser mejores que antes. Habría que retroceder a las guerras mundiales, a la gripe del 18, a los desastres medievales, para encontrar parangones, pero habíamos nacido en esas épocas... Es ahora cuando podemos ver la gran transformación, la llegada de la gran solidaridad, el gran cariño, la gran cercanía (empezando por la familiar). Y hasta las grandes emociones. Alguien me dirá que ya me he pasado de la raya...
Porque lo de ciertos holandeses y algunos otros europeos no cuenta en este examen. Ya no sé quién fue el primero que dijo ahora lo de “Juntos somos más fuertes”, que alguien podría tomar por perogrullada, pero que en realidad no lo es en absoluto. Y ahora sí. Escribo cuando se abren las dos semanas de paralización de toda actividad laboral “no esencial” con horas luego de recuperación de esos trabajos. Decisión que puede criticarse pero que está plena de acierto, creo yo, y si me decís que no, pues me pondré a pensarlo de nuevo o echadme una mano con alguna sugerencia distinta, que seguro que también me vale. Hombre, ya sé que hay otras sugerencias... pues esas mismas me valen seguramente.
Pero procuro no ser iluso ni caer en la liviandad intelectiva e incluso intelectual. Y sé que hay que trabajar mucho y con denuedo, claro está que también el tiempo, en las semanas que queden, quiera Dios que sean muy pocas. Ah, y si alguien de la derecha se ha dado por aludido hasta estoy dispuesto a rectificar cuando me convenza con sus razones. A punto he estado de tachar la alusión, conque... 
Bueno, que habrá que seguir escribiendo de todo esto por algún tiempo y ya tendremos ocasiones, aunque no quiero que sean muchas porque eso supondría que faltaba aun mucho tiempo para cerrar esta terrible historia.  

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