Un futuro diverso y democrático

La última encuesta electoral que he leído es la de Sigma-Dos en “El Mundo” y la encuentro interesante y oportuna en estos días de principios de año, cuando acabamos de decir adiós al impresentable 2016 y saludamos al 2017 con un irresistible anhelo de que sea un año de cambios importantes. Se van a producir los congresos de los principales partidos y la expectación por el tema es enorme. Lo deseable sería que en tales congresos asistiéramos a una transformación de programas y actitudes que nos condujese a esa anhelada nueva era que consolide el fin del bipartidismo y su sustitución por un nuevo sistema de pluralismo político que conduzca a una real renovación de la senda marcada por la herencia de la Transición. Fueron unos años históricos, equivocadamente minusvalorados por Podemos durante un tiempo aunque después en el partido de Pablo Iglesias se ha ido imponiendo de modo muy visible la cordura en ese terreno.
En la encuesta que yo mencionaba se consolida la tendencia, apuntada en meses anteriores, de llegar a un esquema político que coloca al PP en cabeza del nuevo pluralismo y a Podemos en segunda posición, y que sitúa al PSOE en la pista de la recuperación y de la salida de su actual situación de desastre.
El PSOE parece querer salir de ese destino desastroso al convertirse en una especie de árbitro o de eje en las decisiones que se van tomando, con firma del partido de Rajoy pero con el impulso de la formación provisionalmente dirigida por Javier Fernández. Y esto último a pesar de que, como el sondeo confirma, los socialistas pasan al tercer puesto, el PP se reafirma en el primero, Podemos se refuerza en el segundo y Ciudadanos se pierde en el cuarto lugar, sin conseguir dar un solo paso adelante.
De cualquier forma, hay pista para lo que llaman tripartito pero también, todo depende de los congresos, para una reconversión de la izquierda en un futuro pacto con Podemos, que ayudaría a los de Iglesias y Fernández a alzarse con el liderazgo de conjunto. Como verán los lectores, el inmediato futuro se abre a diversas soluciones, todas ellas impecablemente democráticas.

Un futuro diverso y democrático

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