Visto desde la luna

El 24 de diciembre de 1968 el Apollo 8 llegaba hasta la luna. Haría falta todavía algo más de tiempo para que en julio de 1969 el hombre pusiera el pie sobre nuestro satélite. Pero el hito conseguido por Bill Andres, Frank Borman y James Lovell también tiene su importancia. Sobre todo, si tenemos en cuenta que un año antes el Apollo 1 ardía, con la muerte de toda su tripulación, lo que obligó a la NASA a ponerse las pilas y rediseñar toda la nave, con la presión del compromiso de Kennedy de llegar a la Luna antes del final de la década y viendo como los rusos hasta entonces se les habían adelantado siempre en la carrera espacial.

Todo esto obligo a que se tomaran muchas veces más riesgos de los que eran aconsejables. En algunas ocasiones la moneda al aire acababa en cruz, como en el caso del Apollo 1. Sin embargo, muchas otras veces salió la cara y el caso del Apollo 8 es un ejemplo. De aquel viaje se conserva una de las fotografías más icónicas de la carrera espacial, una vista de La Tierra tomada desde la órbita de la Luna. Era la primera vez que la humanidad veía como era nuestro planeta: una gran bola de color azul y blanco intensos suspendida en el enorme vacío negro del espacio.

Ha pasado desde entonces 50 años. En los próximos meses veremos cada vez más recordatorios de lo que es una de las grandes gestas de la humanidad, preparando el camino para el gran día: el 16 de julio. Entonces será cuando se cumpla medio siglo desde que Neil Armstrong puso sus pies sobre nuestro satélite. “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”.

No todos se creen que aquella gesta fuera verdad. Entre un 10 y un 20% de la gente considera que fue un gran fraude y engaño. Cientos de teorías conspiranoicas intentan demostrar que nunca el hombre puso sus pies sobre la luna. Desde sombras divergentes, ausencia de estrellas o una bandera ondeando sin atmósfera hasta algunas más elaboradas como la ausencia de cráter de alunizaje.

Sin embargo, no debemos olvidar que este gran hito fue escudriñado con lupa desde el otro lado del telón de acero. La carrera espacial entre la URSS y Estados Unidos centraba los esfuerzos de las dos grandes superpotencias del momento. ¿De verdad nos vamos a creer que en el Kremlin no iban a decir nada ante lo que suponía su derrota en una batalla que hasta entonces iban ganando a los puntos?

Visto desde la luna

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