Suecia y su basura

Quizás hayan visto la noticia estos días. Suecia recicla tan bien sus residuos que se ha quedado sin ellos y necesita importar basura de otros países. Seguro que leyendo sólo el titular habrán sentido un poco de envidia de esos nórdicos tan organizados y eficientes. Como cuando nos hablan del sistema educativo de Finlandia. Es cierto que nos queda el consuelo de pensar que el clima aquí en el Sur nos permite disfrutar un poco más de la vida, pero con el cambio climático que tenemos cada vez más esta diferencia se hace menos evidente.
El caso es que no siempre todo es tan perfecto en esos parajes al Norte. La admiración que les profesamos muchas veces no nos deja ver más allá de los titulares. Y el caso de Suecia y su supuesto éxito en el reciclaje es uno de estos casos. Es cierto que el país nórdico ha logrado en los últimos años un éxito notable con la creación de una red de centrales que producen electricidad utilizando como combustible residuos. Una red de 32 plantas WTE (siglas en inglés de Waste To Energy, De Basura a Energía en español) que según datos del gobierno sueco producen calor para más de 800.000 hogares y electricidad para 250.000 más.
Sin embargo no todo el mundo está tan convencido del éxito del programa. Para empezar muchos son los que ponen en duda que esta política de incineración sea correcto llamarle precisamente reciclaje. Por no hablar de la generación de CO2 y los efectos negativos que sobre el calentamiento global esto tiene. De acuerdo con un análisis de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, quemar basura genera 1.333 toneladas de CO2 por kilowatio/hora. Una central de carbón, para producir la misma energía, libera 1.004 toneladas. 
Pero no sólo eso. La impresión de esta supuesta facilidad para gestionar residuos ha tenido un efecto pernicioso secundario. Mirando los datos podemos ver como año tras año la producción de residuos por habitante en Suecia se ha ido incrementando. Sólo durante la crisis se ha ralentizado el ritmo, pero aun así nunca se ha reducido. Muy al contrario de lo que ha sucedido en España. En el año 2000 una persona generaba en nuestro país unos 650 kilos de basura por tan sólo 428 de los nórdicos. En 2014 esta situación tuvo un punto de inflexión cuando por primera vez en nuestro país se generaron menos residuos que en la eficiente Suecia.
 

Suecia y su basura

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