Luchando contra las superbacterias

a resistencia a los antibióticos se está convirtiendo en un grave problema de salud. La OMS ya ha avisado en numerosas ocasiones de las consecuencias que en un futuro a medio plazo puede tener el incremento de las superbacterias resistentes. En el año 2007 fallecieron en Europa 341 personas debido a infecciones ocasionadas por Klebsiella pneumoniae resistente a los carbapenemas, un antibiótico de amplio espectro que se considera la última línea de defensa contras las infecciones y que hasta hace poco se mostraban muy eficaces. En 2015 fueron ya más de 2.000 las personas que murieron por culpa de este motivo.
Klebsiella pneumoniae fue la bacteria que produjo recientemente el fallecimiento de dos bebes prematuros en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y posteriormente otro más en el Hospital Josep Trueta de Girona. Es una bacteria muy común, que se encuentra normalmente en nuestro intestino donde resulta más beneficiosa que perjudicial. Sin embargo, cuando su entorno cambia como puede ser al trasladarse a las vías respiratorias o al torrente sanguíneo, puede ocasionar infecciones. En casos de pacientes más débiles, como ancianos y niños, estas pueden acabar siendo mortales.
Un reciente estudio que ha analizado más de 2.000 muestras de infecciones producidas por esta bacteria ha demostrado como más de la mitad provenían de hospitales. Y esto es un dato bastante preocupante si tenemos en cuenta que precisamente ahí es donde se pueden encontrar estas superbacterias con personas más susceptibles de sufrir las graves consecuencias derivadas de estas infecciones.
¿Cómo combatirlas en vista de que los antibióticos empiezan a resultar inútiles? El primer punto se centra en mejorar la higiene hospitalaria, para intentar retrasar y controlar en la medida de lo posible el desarrollo de estos patógenos. Pero sobre todo los expertos inciden en la necesidad de hacer un uso más responsable de los antibióticos, reservándolo solo en los casos donde realmente sean necesarios. No cualquier infección tiene que ser tratada, ya que en muchas ocasiones nuestro propio organismo tiene las herramientas para poder hacerlo si le dejamos el tiempo suficiente. El problema es que en una sociedad donde prima lo inmediato, a veces pasar una semana con una gripe no se considera aceptable. Y esto deberíamos empezar a cambiarlo por el bien de todos. 

Luchando contra las superbacterias

Te puede interesar