LUCHA CONTRA EL CALENTAMIENTO

Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de La Tierra, 174 países y la Unión Europea firmaban en la sede de Naciones Unidas el Acuerdo de París. Se trata del siguiente paso de cara a su puesta en marcha, tras la Cumbre sobre el Cambio Climático que tuvo lugar el pasado diciembre en la capital francesa. Ahora falta que al menos 55 de esos países lo ratifiquen, y que además supongan un 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Así, por ejemplo, Estados Unidos tendrá que hacerlo valer a través de su ejecutivo, Australia lo llevará a su Parlamento o Brasil deberá hacerlo aprobar en diferentes cámaras y comités. 
En el Protocolo de Kioto, al que viene a substituir este acuerdo, Estados Unidos acabó bajándose del proyecto en marcha y hubo que hacer grandes concesiones para que Rusia no hiciera lo propio, lo que hubiera dejado finalmente en papel mojado este acuerdo. Será cuestión de comprobar ahora si los diferentes estados de verdad se comprometen con el problema del cambio climático, un hecho que a estas alturas ya nadie se atreve a cuestionar.
El Acuerdo de París contiene en su texto los elementos necesarios para poder abordar de una forma ambiciosa el problema de la emisión de gases de efecto invernadero. Aunque también hay detractores que señalan que el texto final ha sido laxo. Se ha eliminado el objetivo de la descarbonización de la economía ante la presión de los países productores de petróleo, encabezados por Arabia Saudí. Tampoco marca objetivos específicos para cada país en lo referente a emisiones, al contrario de lo que se hacía en el Protocolo de Kioto, y que hace a los ecologistas dudar de su eficacia.
El hecho es que en París el mundo se puso de acuerdo y se ha marcado un objetivo: conseguir que el planeta no se caliente más de 2ºC respecto a los niveles preindustriales. En esta lucha los países desarrollados están llamados a encabezar los esfuerzos en la reducción de emisiones de gases contaminantes y a los países en desarrollo se les alienta a que lo hagan con el tiempo. En 2018 habrá una evaluación de cuál será la situación en ese momento y en 2020 habrá una actualización de esos compromisos nacionales. Queda todavía mucho camino por recorrer y es más necesario que nunca que todos nos concienciemos de la necesidad de tomar medidas. El tiempo de ser fríos en estas cuestiones se ha acabado.
 

LUCHA CONTRA EL CALENTAMIENTO

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