EL EFECTO LÁZARO

Este pasado fin de semana el fallecimiento de Miliki, el que fuera el payaso más querido de varias generaciones de españoles, se convertía en una de las noticias más compartidas y comentadas en las diferentes redes sociales. Una noticia trágica, como todas las que nos cuentan la muerte de aquellos que por un motivo u otro se convirtieron en parte de nuestros referentes culturales. Lógico pues que haya tenido tanta repercusión de no ser que dicho fallecimiento tuvo lugar en noviembre de 2012. Es decir, hace ya casi tres años. Muy actual que digamos tampoco es la noticia. ¿Qué ha pasado entonces? Nos encontramos aquí con un nuevo ejemplo de lo que se ha venido en llamar el efecto Lázaro, aunque en esta noticia en cuestión el nombre parece casi una broma. Es un fenómeno que ya se ha repetido en más de una ocasión y que está muy relacionado con el auge de las redes sociales en los últimos años.  Consiste en noticias que regresan después de varios años y que se toman como actuales. En ocasiones esta “resurrección” viene motivada por estar ligadas estas noticias con un tema de actualidad. Sucedió recientemente tras las últimas elecciones municipales cuando regresó una noticia de hacía tres años sobre la dimisión de Esperanza Aguirre. Los resultados cosechados en la lucha por la Alcaldía de Madrid y los rumores existentes sobre el posible futuro de Aguirre favorecieron en aquel momento este efecto Lázaro. En lo que respecta al caso del fallecimiento de Miliki, juega también la frágil memoria de la que ahora disponemos. El bombardeo de noticias de actualidad y el peso de la inmediatez borra nuestros recuerdos con una gran facilidad. Apenas somos capaces de acordarnos de hechos sucedidos hace un mes, como para mantener en nuestra memoria lo pasado hace varios años. Y eso que en su momento la noticia no pasó desapercibida, contando con una amplia repercusión, con numerosos comentarios y reacciones. El hecho de que la fecha del artículo original no se vea en el momento de ser compartida favorece este efecto. Así que mientras las redes sociales no cambien este aspecto, convendrá ser precavido y leerse bien aquello que vamos a compartir, y no fiarnos únicamente porque lo hemos visto en el muro de uno de nuestros amigos. Por eso de no pasar la vergüenza de no saber que Miliki había muerto hace tres años.
 

EL EFECTO LÁZARO

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