Ecologismo escéptico

Nadie está nunca en disposición de la verdad absoluta. Aunque a veces la fama de algunos nos predisponen a creerlos más que a otros. Es el caso de Greenpeace, cuyo trabajo de concienciación sobre problemas como el cambio climático le ha valido para posicionarse como un baluarte de opinión. Aunque sus críticas no siempre son acertadas y los instrumentos que usan en unos y otros casos no siguen siempre el mismo criterio. Si para posicionarse sobre el calentamiento global se apoyaron en la evidencia científica y el consenso sobre el tema, para hacerlo sobre los organismos genéticamente modificados (OGM) hacen oídos sordos a esos mismos argumentos. Un total de 113 premios Nobel han decidido enviar una carta abierta a Greenpeace en la que instan a la organización a abandonar su posición beligerante en contra de los transgénicos, argumentando que no existen riesgos demostrados sobre su uso. Y no es que no haya estudios. Sólo en la Unión Europea hay más de 130 proyectos de investigación durante 25 años. La conclusión es que no existe ninguna evidencia científica que relacione los OGM con mayores riesgos para el medio ambiente o para la seguridad de los alimentos que las plantas y organismos convencionales.Existen además OGM que pueden venir a solucionar problemas importantes. Es el caso del arroz dorado, modificado para contener altos niveles de carotenos que el cuerpo luego pueda convertir en vitamina A. La OMS estima que cerca de medio millón de niños se quedan ciegos al año por déficit de vitamina A y la revista médica The Lancet calcula que más de 600.000 niños menores de cinco años mueren debido a lo mismo. Parece que el arroz dorado pueda ser una solución, pero en los últimos quince años tanto Greenpeace como otras organizaciones han mantenido una encarnizada guerra en su contra. En 2013, por ejemplo, en Filipinas fueron destruidas terrazas de cultivo que formaban parte de un ensayo con arroz dorado, un acto que fue elogiado por la propia Greenpeace. Los mismos que ahora que se les insta a que abandonen su campaña en contra del arroz dorado, entre otros OGM, responden que se trata de respuestas fallidas, porque son productos que no han llegado al mercado. Quizás haya sido precisamente por las zancadillas que les han puesto, usando una campaña de bonitos lemas pero con muy poco fundamento científico tras ellos.