Divulgar o morir

Científicos y periodistas se han juntado estos días para celebrar una nueva edición del Campus Gutenberg de la UPF en Barcelona. Un espacio compartido en el que debatir sobre las experiencias de unos y otros en el complicado campo de la divulgación científica. Un lugar para aprender y que en tan solo seis años se ha convertido en un referente dentro de la divulgación en España. Debates, talleres y laboratorios de ideas siempre con un mismo objetivo de fondo: hacer que la ciencia pueda llegar a todos de la mejor forma posible.
Uno de los principales objetivos de la ciencia es que el conocimiento sea compartido de la forma más extensa posible. No se trata de descubrir algo para mantenerlo encerrado en un cajón. Nadie es más listo que la suma de todos y solo compartiendo podremos seguir avanzando. Sin embargo hubo tiempos en que esto no era así. El recelo se adueñaba de los investigadores y se escondían los estudios tras telones de acero. Tiempos oscuros que es mejor pasar. Las cosas han cambiado pero los investigadores se encuentran muchas veces al enemigo dentro de su propia casa. El sistema científico que se ha impuesto es implacable. Publicar o morir es el mantra que se ha instalado. Y perder el tiempo divulgando está mal visto por los propios compañeros de profesión. Un enfoque muy perjudicial que no ayuda en una tarea fundamental como es esta. La sociedad tiene la necesidad de que se le informe de los avances e investigaciones que se llevan a cabo, muchas veces con su propio dinero a través de becas, ayudas y subvenciones. Incluso los científicos deben darse cuenta de la importancia de implicar a todos los sectores en las investigaciones. En estos tiempos de tijeras y recortes, la divulgación se ha mostrado como una herramienta muy útil de la que todavía no se ha sabido sacar todo el provecho posible. Cada vez se trabaja más en ello. Las últimas convocatorias de ayudas públicas ya ponen el acento en la necesidad de realizar actividades de divulgación. No llega con publicar en las revistas del primer cuartil y toca estrujarse las neuronas para conseguir llegar e iluminar con la ciencia a todos los rincones de la sociedad. Pero para lograrlo será importante cambiar la propia percepción que estos investigadores tienen de estas actividades y hacerles entender que divulgar no es perder el tiempo. Y el Campus Gutenberg es una excelente herramienta para lograrlo.

Divulgar o morir

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