¿Cotizarán los robots?

Podrán algún día las máquinas sustituir a las personas? Esta pregunta hace unos años parecía más bien el argumento de un libro de ciencia ficción. Hoy sin embargo está más cerca de responderse de lo que muchos creemos. 
Y es que el avance de la tecnología está siguiendo un crecimiento exponencial. De esta forma, lo que hace menos de un año era una utopía en unos pocos meses puede ser una realidad.
El desarrollo de la inteligencia artificial y el aprendizaje de máquinas está logrando unos éxitos incuestionables. Cada vez surgen más aplicaciones que aprovechándose del big data está logrando superar problemas cada vez más complejos. En el campo de la medicina esto está permitiendo que se automaticen cada vez más procesos. Ya hay dispositivos capaces de diagnosticar enfermedades o robots que son capaces de operar de forma milimétrica de forma autónoma.
Las ventajas de todo esto son obvias, pero esta moneda también tiene su cruz. Esta automatización, estas máquinas cada vez más inteligentes, están convirtiendo al ser humano en algo obsoleto y prescindible. 
Muchas industrias ya pueden funcionar con un personal mínimo y muchos empleos están desapareciendo sin que se esté dando una solución a este personal que se queda sin trabajo.
Hay quien dice que esto ya ha pasado con anterioridad y que al final todo ha terminado solucionándose. Que la fuerza ya no será necesaria y que el ser humano podrá dedicarse a tareas más creativas. Pero mientras esto sucede, las empresas no dudan en prescindir de puestos de trabajo y lavarse las manos. 
El problema del desempleo es una cuestión de los gobiernos dicen. Y para ellos es claro que mientras siga habiendo un mercado capaz de comprar esos productos fabricados por robots no van a pensar en ninguna solución.
El caso es que la población mundial no deja de crecer, al tiempo que cada vez hay menos puestos de trabajo. Está claro que esta fórmula no tiene un resultado positivo al final. Así que no estaría de más que antes de encontrarnos frente al abismo nos parásemos a pensar. 
El avance de la ciencia y la tecnología es imparable, pero la ética ha de poder ayudarnos a enfrentar esta problemática ¿Será necesario poner un impuesto a los robots en el futuro? Es una posible solución, pero viendo como hoy en día las grandes empresas tecnológicas hacen encajes de bolillos para evitar pagar impuestos, no lo veo realmente muy factible.