Calor y cambio climático

Con la previsión del septiembre más caluroso de los últimos años y una ola de calor llenando las playas de gente que busca aprovechar los últimos coletazos del verano, llega la noticia del acuerdo alcanzado por China y Estados Unidos para ratificar el Pacto de París sobre el cambio climático. Que estas dos superpotencias (que suman cerca del 40% de las emisiones contaminantes de todo el mundo) se suban al carro supone un importante paso adelante para que se ponga en marcha. Desde la ONU se han mostrado optimistas con la posibilidad de que antes de final de año entre en vigor. Otros países como Brasil, Argentina, Corea del Sur y Japón tienen también muy avanzada su ratificación.
El presidente norteamericano, Barack Obama, se mostraba satisfecho en la firma. “En el futuro quizás veamos este día como el momento en el que decidimos salvar el planeta” fueron sus palabras al lado de Xi Jinping, presidente de China y Ban Ki-moon, secretario general de la ONU. No son palabras vanas y demuestran el compromiso de dos países muy reacios hasta la fecha a tomar medidas. Basta recordar que Estados Unidos acabó bajándose en marcha del Protocolo de Kioto mientras que el gigante asiático siempre se había mostrado contrario a tomar decisiones que consideraban que coartaban su progreso industrializador.
La ratificación del Pacto de París no es la única buena noticia. También el anuncio por parte de las dos grandes potencias en que trabajaran para sacar adelante una enmienda al protocolo para proteger la capa de ozono aprobado en Montreal en 1987, con el fin de incluir más medidas contra el HFC, un gas de efecto invernadero que se usa en frigoríficos y aires acondicionados.
Ahora tras las buenas palabras es tiempo de ver si éstas van acompañadas también de actos. De poco sirve firmar acuerdos y protocolos si luego, al cabo del año, vemos que la situación no ha cambiado. Será importante también ver cuales son los resultados de las próximas elecciones en Estados Unidos. Una victoria de Donald Trump podría hacer que el Pacto de París acabase finalmente en la papelera. El candidato republicano no tiene pudor alguno en asegurar que el cambio climático es una excusa para impedir el dominio de la industria americana. El tiempo nos dirá al final si esta firma es un momento crucial en la lucha contra el cambio climático o sólo un brindis al sol más.