OJITO

Y llegó Felipe, el mismo que vigente el zapaterismo dijo aquello de que ser, era militante pero simpatizar, no simpatizaba nada con un PSOE que ya no reconocía, viniendo a decir que para contribuir a la paz social el poder debe permanecer en manos de quién está, basculando ora PP-PSOE, ora PSOE-PP y para ello echó un capote al guiñol Pedrete asegurando que la destitución del Tomás estuvo acertada porque “la democracia interna del partido no debe primar sobre el previsible resultado electoral”.
Bien. Uno: Ese argumento sería creíble si el mismo rasero se aplicase en las agrupaciones de todos los municipios, que no es el caso.
Dos: ¿Cómo es que viene ahora a pronunciarse? Tanto tiempo con que primarias, sí, primarias, coconuts, para tres años después venir a pontificar que si no sale a través de dicho proceso el resultado que a la dirección interesa, se rompe la lista y listo, como en los mejores tiempos de Alfonso Guerra.
¿Tanto criticar el método Dedazo del PP para que el propio PSOE mexe por encima de su discurso y su democracia interna para instaurar la demoscopia como sistema electoral; que sea una encuesta, buena, mala, pagada, vendida al mejor postor, la que imponga un candidato, un gobernante? ¡Pues ahorrémonos las elecciones, que tan corruptos negocios origina! Hay que tenerlos cuadrados.
Y tres: Si por la circunstancia X se sabe que en tal lugar se arrasaría llevando en la lista a Cicciolina, Belén Esteban y Paquirrín, ¿el PSOE es tan mercantilista que encabezaría con ellos un cartel con tal de alcanzar el gobierno? Parece que sí y ello explicaría a partir de cierto momento las incomprensibles presencias en Parlamentos y puestos relevantes de personajes siniestros, maleducados, prepotentes, con formación o sin ella pero con nula experiencia para los puestos ocupados y así, mientras el país estuvo entre durmiendo y jugando al mus, aquí fue pasando lo que fue pasando hasta que salta ahora el silbato de la olla a presión y que el pacto PP-PSOE, llamado antiyihaidista para despistar, viene a intentar desactivar para que no estalle la olla en forma de ascenso de UPyD y victoria aplastante de Podemos.
A mayores, el poder financiero que maneja medios de comunicación se apresura a promocionar a Albert Rivera, que aparenta ser más dúctil, intentando mantener todo atado y bien atado. Igual acaba Vázquez, el exembajador ante la Santa Sede, candidato a la Xunta de Galicia por C´s, jubilándose a lo Fraga en su Baviera particular, rescatando el “Galicia, provincia única” de Mariñas para su promoción, en un ejercicio de ahorradora fusión administrativa.
De momento, sin primarias o con ellas vivimos en un país sin pies ni cabeza en el que lo único cierto es que el ciudadano se ve obligado a pagar a través de impuestos todo ese circo sin creer un ápice en quienes lo montan, los políticos. ¿Cómo se va a creer en ellos si recortan servicios públicos básicos que luego el asfixiado ciudadano ve florecer en forma de concesiones y negocios privados; si venden el patrimonio de todos los españoles y regalan el inmaterial tildando la marcha de los mejores talentos a producir e innovar fuera de España como de una simple movilidad? ¿Cómo creer en la independencia judicial si los miembros del CGPJ son nombrados repartiéndose los puestos en el Parlamento y su presidente lo es también del Tribunal Supremo; si al Fiscal General del Estado lo nombra del Gobierno, si los del Tribunal de Cuentas son designados por igual procedimiento y lo mismo cabe decir de los Tribunales Económicos-Administrativos?  Sin independencia judicial la lucha contra la corrupción es un fraude más de quienes llevan 36 años alternándose en el poder y  mintiendo.
¿Cómo creer que somos iguales proliferando las desigualdades territoriales, por ejemplo en materia de impuestos, si mientras aquí te crujen con el de Transmisiones, en Madrid están exentos? ¿Cómo creer que legislarán contra los desahucios los partidos que dependen de los bancos?  Quienes han hecho de este país un cirio, infunden ahora miedo alertando, orquestadamente, con que España iría hacia el desastre con Podemos.
Como si en un país rico en recursos naturales como es España, que tiene playas, turismo, sol, pesca, agricultura, ganadería, montes, industria, el que haya gente pasando hambre no fuera de una gravedad extrema y tenga unos culpables: los políticos y gobernantes habidos ¡y votados! hasta hoy. Ojito.