La cosa secuencial

Al aserto “la riqueza de los pueblos está directamente relacionada con su nivel de ética” se le puede añadir “y con su nivel de educación ciudadana y conciencia”. Mi amigo Venancio Salcines, profesor de Mercados Financieros en la UDC y presidente de la Escuela de Finanzas, refiriéndose al poco ejercido poder de los ciudadanos aseguraba en su Facebook, a propósito del conflicto lácteo, que si entraba en un establecimiento de la cadena Día, no compraría ni un litro de leche (Día, se entiende), apostillando “Amo a mi tierra más que a su cuenta de resultados”.
¿Cuántos consumidores de leche disminuirían su consumo si en vez de costar 1euro costase 1,50? Con esta diferencia, se le podría pagar al productor entre 0,35-0,40 euros/litro, eliminando las “putas” –dicen gerentes y veterinarios de las granjas– subvenciones, que han de servir para arrancar un proyecto, no para perpetuar a un sector primario en la inestabilidad. Al consumidor, si compra 10 litros/mes/persona, le supone sólo 5 euros más; ¿calcula lo que le representa social y económicamente sostener a los productores parados, subsidiados y una Galicia sin granjas lecheras convertida, como dice Salcines, en un desierto verde? 
Ayudar a echar cuentas y sobre todo, difundirlas, además de los medios de comunicación deberían hacerlo también esas asociaciones de eficientes y polivalentes gestoras del hogar y de la familia, las Amas y amos de casa, Consumiores y Usuarios, ACCU (¿qué harán con las subvenciones públicas que reciben?) y divulgar, para no ser estafados, que entre la leche envasada como gallega prolifera la que no lo es. Estafa el empresario y estafa el organismo supervisor aunque la práctica esté tan permitida por ley como la del jamón, que habiendo pasado el cerdito marciano una noche en Jabugo, ya tiene derecho a lucir en la etiqueta “Jamón de Jabugo”.
Pero para tomadura de pelo la de Urbaser y cía. en connivencia con quien corresponda. Famoso por untar partidos y campañas y tras hacerse con el contrato repartiendo sobres por doquier para obtener informes favorables, sin afirmar que estos fuesen aceptados ni que la suya no fuese la mejor oferta presentada, hubieron de pasar 25 años abriendo y cerrando zanjas, justificando planes de empleo estilo aquel Plan E, echando tubos - Dios quiera que no se descubran tramos sin él - según se iban recibiendo subvenciones de la UE.
Hasta vino una Comisión Delegada de la EU para ver cómo se movía una agujita (la misma que precipitadamente se dispuso a agitar el sobresaltado empleado cuando ahí atrás se presentó sin avisar el actual alcalde y pilló hasta a las arañas sin telar, descansando), comprobar que todo estaba bien, decir “amén” y largarse rápidamente a papear. Repitieron festejos con motivo de la inauguración de la EDAR, a bombo y platillo, con presencia de todas las autoridades pertinentes, para risa floja de quienes ya hace 20 años consideraban que se había empezado la casa por el tejado y que, llegado el momento, estarían los equipos además de obsoletos, enfurruxados, caso de no haberlos afanado los amigos de lo ajeno.
Inaugurada hace más de un año, no puede funcionar sin acometer nuevas inversiones millonarias: “Funciona de forma secuencial”; a saber: es como si me voy a una cafetería, pido un café y debo pagarlo aunque no me lo sirvan porque la cafetera, plantada en su sitio, sí, no funciona porque aún no está conectada a la red eléctrica ni tiene aún café, ni leche, azúcar ni aguardiente. ¡¡Pero están en ello!!  Y por eso mismo, me lo van cobrando. ¡Hay que jod…!
“No habíamos tenido conocimiento de dificultades respecto a los procedimientos de saneamiento puestos en marcha”… Yo sí, fíjate, y no era la alcaldesa 
¿Y los asesores, tampoco tenían zorra idea? Bien elegidos, vive Dios, para lo que “bienpagáos” que estaban. 
Una gestión como para estar orgullosos y pedir de nuevo el voto, llamando a la responsabilidad los irresponsables para hacer lo que tenía que haberse hecho y no se hizo.
A pesar de semejante estafa y tras el intento de cesar al gerente del contubernio, nos dicen que “Urbaser tiene la prerrogativa de elegir al directivo” ¿Es una broma? Oigan, transparencia; atrévanse a colgar íntegro el pliego de condiciones y el contrato público en la web municipal y ya verán cómo no va a ser más difícil depurar las responsabilidades de los sinvergüenzas que han convertido a este país en un estercolero de vividores, que las residuales. 

La cosa secuencial

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