Búsquedas y novedades

Buscar novedades, ese parece ser nuestro destino, el aburrimiento se está haciendo cada vez más tedioso, los chinos quieren buscar vida más allá de la tierra por medio de un enorme telescopio, ya les vale, nuestros sabios el origen del Universo. 
En España hace tiempo que buscamos gobierno, sin mucha esperanza. Por desgracia los más necesitados siguen buscando trabajo, sobre todo los más jóvenes, aunque con poco éxito. 
Supongo que otros muchos seguirán buscando novia, novio o pareja, a través de agencia o por su cuenta. No faltará quien se busque a sí mismo, como se suele decir, que tampoco deja de tener sus dificultades. En fin que el número de búsquedas puede ser infinito.
Los altruistas suelen buscar el bien ajeno, lo cual es estupendo y propio de la condición humana. Muy distinta y sobre todo dolorosa resulta la sinrazón de quienes desean hacer  el mayor daño posible, los terroristas y locos que matan a todo el que pillan por delante. Pero por suerte predominan  quienes buscan cosas más positivas e interesantes, aunque sea de forma más o menos acertada, como el bien ecológico o la igualdad de género.
Estas búsquedas, como digo, pueden estar mejor o peor orientadas, ser posibles o imposibles, aunque siempre resulten convenientes. Otras son menos razonables y arriesgadas como el deporte extremo o cualquier actividad desenfrenada. Luego están quienes buscan seguridad y no arriesgan nada; lo que solemos relacionar con cierta mediocridad o egoísmo.
A quien ya no busca nadie es al famoso Wally, las masas de desocupados se han puesto a buscar pokémon con sus móviles por las calles y parques, llegando a resultar ridículo y patético ver a gentes caminando ansiosas y sin sentido, mirando el aparatito.
Actualmente en la red hay buscadores para todos los gustos y necesidades: de seguros, de hoteles, de lo que sea, a unas velocidades de vértigo. 
Hasta la cultura la buscamos allí: lugares como el rincón del vago son enormemente populares. Si bien lo que predomina es la llamada búsqueda viral, la de la última cosa llamativa, foto, video o lo que sea que alguno ha subido a una de las numerosas “plataformas”.
En fin, que no paramos de buscar, sobre todo noticias y novedades, gangas, chollos o curiosidades. Pero nos olvidamos de buscar lo fundamental, vivimos engañados y alienados, no buscamos la Verdad, posiblemente porque no resulta fácil y cómodo, estamos o nos tienen anclados en un sistema que rechaza la apertura a trascendencia, al amor y al sentido sobrenatural que anida en lo más profundo del ser humano. A lo mejor todavía vale la pena buscar a Dios, más de uno se iba a llevar una sorpresa, como ocurrió con la Madre Teresa de Calcuta.