Usted mismo

no, no tengo ningún título que me acredite como experta en comunicación, politóloga o gurú, así que señor Presidente no me haga mucho caso pero espero que no le haya dado un “subidón” con la última encuesta del CIS porque en mi opinión no se corresponde con lo que se respira en la calle.
Creo que desde que empezó su carrera para hacerse con la secretaria general del PSOE y con la Presidencia del Gobierno, cometió, en mi opinión, un grave error que fue rodearse de expertos en marketing político, comunicación, etc, etc. Y desde entonces es usted rehén de las teorías de sus expertos que, a lo que parece, sigue a pies juntillas. Y eso le ha llevado a aislarse padeciendo en grado extremo el llamado “Síndrome de la Moncloa”. Vamos con solo verle cualquier especialista se lo diagnosticaría sin dudar.
Usted señor Presidente nunca ha tenido eso que llaman ahora “empatía”, pero cuando era usted un aspirante a mandar lo de la comunicación se le daba mucho mejor porque era usted mismo, con sus virtudes y sus carencias pero entre sus virtudes estaba el entusiasmo que lograba transmitir cuando hablaba de sus proyectos políticos.
Eso sí, la ambición siempre se le ha notado y también que es duro como el pedernal y capaz de casi todo por llegar adonde ha llegado. Su utilización desmedida del “estado de alarma” utilizándola para algo más que intentar controlar la pandemia, es un ejemplo de lo que digo. Pero insisto, cuando usted empezaba era más “natural” y por tanto llegaba mejor a la gente y caía mejor. No sé que queda en usted de aquel aspirante a líder que se recorrió toda España buscando apoyos entre los militantes. Pero entonces sus discursos políticos, con todas sus carencias, eran más reales, más creíbles, ilusionaba.
Seguramente usted cree que si ha llegado a Presidente es por su talento y los buenos consejos de sus “gurús” en comunicación. Pero sabe, usted ha llegado por una carambola, que nada tiene que ver ni con sus capacidades ni la de sus asesores. Simplemente le salió bien una jugada política gracias a que contó con la traición del PNV al entonces Gobierno de Mariano Rajoy.
Ahora que ya no es usted mismo, sino que responde al patrón que le han elaborado sus asesores le diré que cuando nos habla desde la tele se nota que interpreta.... Lo mismo sucede cuando se sube a la tribuna del Congreso. Dice el refrán que la cara es el espejo del alma y los trucos que le aconsejan para parecer cercano se quedan en impostura. Pero sus errores son suyos. Suyo es el error de haber elegido determinados colaboradores que naturalmente le harán la ola y le dirán que es usted el más listo puesto que les va el sueldo en ello. Por eso quizá no debería de fiarse de esas encuestas del CIS que parecen hechas para que usted esté contento. Haga caso al señor Tezanos, que ha dejado dicho que hay que “desconfiar” de las encuestas porque lo “sorprendente” es acertar.
Por cierto tiene usted un Gobierno manifiestamente mejorable y tengo la impresión de que si usted volviera a la senda de la socialdemocracia e hiciera un gobierno con señas de identidad socialdemócratas y ya de paso decidiera volver a ser usted mismo y no un mal producto de marketing político, al país sin duda le iría mejor y creo que usted también. Anímese que usted puede.

Usted mismo

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