El tirón de Inés

En Ciudadanos dicen confiar en el “efecto Arrimadas” para movilizar a su electorado. Y puede que en otras circunstancias Inés Arrimadas supusiera un plus pero ahora mismo los errores de su partido superan a su indudable tirón. Incluso ella misma de vez en cuando resbala. Lo hizo cuando ganó las elecciones en Cataluña y no dio un paso al frente presentándose a una sesión de investidura que hubiera permitido a los catalanes comprobar que Ciudadanos tenía un proyecto para Cataluña. Dicen que no la dejaron, que Albert Rivera no se lo permitió. Pero tanto da la causa, el caso es que no lo hizo y eso cuenta en su “debe”. ¿Otros errores? Pues por ejemplo, además de la de manifestarse en Waterloo delante de la casa de Carles Puigdemont, son un auténtico desatino sus declaraciones, un tanto histriónicas, revalidando el “cordón sanitario al PSOE”. Si Ciudadanos aspira a seguir siendo un partido de centro, cosa que hay que empezar a dudar en vista de la “foto” de la Plaza de Colon, y las declaraciones y actuaciones de sus dirigentes asegurando que no pactarán con el PSOE a nivel nacional, para luego caer en la contradicción de que si pueden hacerlo en las municipales y autonómicas. En fin que en mi opinión Ciudadanos ha perdido el norte. Pero vuelvo a Inés Arrimadas. Es evidente que es una política que cae bien, que es transversal, que despierta simpatía. Quizá su mayor acierto sea su manera de “estar” y “hacer” política. Porque la política es también cuestión de formas.

No es infrecuente escuchar que a Ciudadanos otro gallo le cantaría si Inés Arrimadas fuera la candidata la presidencia del Gobierno. ¿Y saben por qué? Pues porque Inés Arrimadas no origina rechazo o acaso poquísimo. No es que yo pretenda cuestionar el liderazgo de Albert Rivera, sobre eso ya opinan los militantes de Ciudadanos y pronto opinarán el resto de los españoles en las urnas, pero más allá del liderazgo de Rivera, lo cierto es que Ciudadanos podría tener en Arrimadas una líder a considerar. Supongo que esta opinión, que ya digo que no es solo mía sino que es habitual escucharla a otras personas, puede despertar suspicacias y que habrá quién crea que se trata de azuzar la disensión dentro del partido naranja. Pero nada más lejos de mi intención. Inés Arrimadas aún no ha perdido la frescura y naturalidad y además evito hacerse la foto con VOX. Lo que es un valor añadido. Pero me parece a mi que su aventura madrileña puede terminar siendo una trampa para osos. Vamos que le puede pasar como al propio Albert Rivera, que al principio parecía un líder diferente del resto de sus “oponentes” políticos. Pero el paso del tiempo le ha ido transformando y le ha hecho perder esa naturalidad, le ha agriado el gesto, y sobre todo él y quienes le acompañan en la dirección están llevando una estrategia que les puede llevar a sufrir un serio revés electoral. La derechización de Ciudadanos espanta a los votantes de centro, y los errores cometidos como el de querer imponer a una candidata en Castilla-León a través de un más que aparente pucherazo ponen en cuestión a Rivera. De manera que Ciudadanos va a necesitar algo más que el “efecto Arrimadas” para remontar.

El tirón de Inés

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