El patrimonio cultural de Ferrol y la compra de dinamita

Tiempo atrás se consideraba el llamado Patrimonio Histórico Artístico como un conjunto exclusivo de obras monumentales, derivadas de una concepción culta y académica del arte. Actualmente, dentro del amplio marco que integra las manifestaciones culturales del hombre en su entorno, se concibe el Patrimonio Cultural, como una herencia a conservar recibida de nuestros antepasados y como un registro notarial de la memoria histórica de un pueblo.
De esta forma la nueva legislación cultural, tanto a nivel estatal como autonómico, no solo incluye el Patrimonio Arquitectónico sino también el Patrimonio Arqueológico y el Patrimonio Etnográfico, ambos de gran importancia y singularidad dentro de Galicia, así como el correspondiente Patrimonio bibliográfico, documental y museístico.
 Igualmente se contempla el llamado Patrimonio Industrial, de gran interés en Ferrol dada la importancia de la construcción naval y la especial cultura del trabajo que ha generado. También es obligada la referencia al Patrimonio Natural y Paisajístico, de gran importancia en la comarca de Ferrolterra.
 Años atrás Ferrol vivió unos momentos de interesante actividad dentro del Patrimonio Cultural. En el año 1996 se llevó a cabo un Congreso Internacional de Estudios Jacobeos, que no volvió a repetirse, con una dedicación especial al Camino Inglés. 
El año 1999 la Universidad de Ferrol conjuntamente con la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol celebró el primer (y único) congreso sobre el patrimonio cultural de la diócesis. Los años 2001 y 2002 la Fundación Ferrol Metrópoli, con el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad, organizó sendas y completas Jornadas sobre Ferrol de la Ilustración.
 En aquellas fechas la Universidad de Ferrol mostraba cierto interés hacia el Patrimonio Cultural de la ciudad: así las desaparecidas Aulas no Camiño desarrollaban una encomiable labor sobre el camino de Santiago y se publicaban libros como Ferrolterra Galaico-Romana. Entidades culturales como el Ateneo Ferrolán sacaba a la luz notables trabajos sobre el Patrimonio Industrial y el Ferrol Ilustrado; el Real Coro Toxos e Froles organizaba exposiciones sobre el patrimonio y el libro ferrolano; la sociedad Valle Inclán editaba publicaciones de interés para la cultura de Ferrol; la Sociedad Artística Ferrolana y la galería Sargadelos aportaban sus trabajos de tema cultural.
 Incluso el Ayuntamiento de Ferrol tenía una actitud positiva hacia el Patrimonio Cultural: el año 2000 publicaba la colección Ferrol en Tiempo de Historia y a partir del año 2004 editaba una serie de publicaciones interesantes, aunque de difusión excesivamente restringida, sobre el Patrimonio de la Humanidad. 
En aquel momento también la Diputación de A Coruña, colaboraba con cierta asiduidad en los temas culturales ayudando a editar publicaciones de interés para nuestra ciudad, hasta que la Diputación anterior a la actual adoptó una actitud negativa hacia Ferrol en temas como el Patrimonio Industrial, el Camino Inglés o el Modernismo. 
 En aquellos momentos la revista FerrolAnálisis jugaba su papel dinamizador dentro de la cultura ferrolana, hasta que se fue alejando de ella de forma progresiva. Igualmente la Cátedra Jorge Juan iniciaba su andadura con interesantes conferencias y actividades culturales, para luego entrar en la fase de atonía en la que hoy se encuentra. 
 Demostrada la incapacidad del actual y de los anteriores consistorios municipales para crear el Museo de la Ciudad, hoy solamente el trabajo de algunos historiadores, de ciertas asociaciones de defensa del Patrimonio Cultural como FAF y PAFERR, de la revista Estudios Mindonienses o de editoriales como Embora y Central Librera son los que consiguen algún avance en el tema cultural. 
 Termino aquí. Rematando este artículo, leo lo que escribe sobre mis trabajos en su twiter el concejal de Cultura, Educación y Universidad de Ferrol, Jesús Basterrechea: “cada vez que oio a Burgoa falar de Patrimonio danme ganas de comprar dinamita”. Cumpre recordar que allá por los años 1930-40 se le atribuyó al jerarca nazi Hermann Goering la frase: “cuando oigo hablar de Cultura echo mano a mi pistola”. 
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