Cara y cruz de la pintura ferrolana

La tradición artística y pictórica de Ferrol hunde sus raíces en el alto nivel profesional de los pintores y delineantes que trabajaron el siglo XVIII en el Arsenal de Ferrol, así como los profesores de dibujo de la Escuela de Guardiamarinas. En este contexto deben los llamados pintores de arsenales, que estuvieron trabajando en Ferrol ese mismo siglo, casos de Mariano Sánchez y Juan Alonso del Canto. 
De esa forma se creó en la ciudad una cierta tradición pictórica y artística, impulsada más tarde por la ejemplar Escuela de Artes y Oficios de Ferrol, primera de esta clase en Galicia, que, a caballo de los siglos XIX y XX, desempeñó un importante papel en el desarrollo profesional y la enseñanza artística de hombres y mujeres ferrolanos, formando varias generaciones de pintores, dibujantes, escultores y artistas.  
Como resultado de todo ello, Ferrol dispone de una importante nómina de pintores, encabezada por un trío de resonancia nacional: Agustín Robles, Pérez Villaamil y Álvarez de Sotomayor, además de Emiliano Balás, Ildefonso Sanz, Eduardo de la Vega y Vicente Díaz. Siguió luego la generación de alumnos de aquella Escuela: Bello Piñeiro, Imeldo Corral, Segura Torrella, Carmelo González, Máximo Ramos y Díaz Baliño. Ya en el siglo XX aparecen José Leyra, Francisco Yglesias, Tomás Barros, Antolín López Porta y Carlos Merino, entre otros, y ello sin citar a notables pintores todavía en activo.  
Ante este abundante número de artistas, se viene repitiendo la tópica idea de una escuela ferrolana de pintura, dedicada especialmente al cultivo del paisaje, opinión generalizada, pero que no se puede decir que sea exacta. Al hilo de lo expuesto por varios estudiosos, por escuela se puede entender un grupo de pintores poseedores de una técnica similar o practicantes de una misma temática. Otra interpretación de escuela, o mejor todavía de taller, define al conjunto de alumnos y seguidores de un maestro, incluso colaborando con él. Parece que ninguno de los anteriores es el caso de la comentada escuela de artistas ferrolanos.  
Lo que se puede considerar es que existe una intensa y continuada afición a la práctica de la pintura en Ferrol, con una especial dedicación a la temática rural. Esto dio origen a una abundante producción pictórica que refleja diversas facetas del paisaje de la comarca ferrolana, tanto campos y bosques como costas y mares, por parte de artistas profesionales y aficionados de una gran entrega vocacional. Todo ello convirtió a Ferrol en una ciudad pródiga en pintores, característica no tan habitual en otras localidades de nuestro entorno.
Con el paso del tiempo se han ido formando diferentes asociaciones de artistas, caso de AFFA, la Sociedad Artística Ferrolana, el Liceo Europeo de las Artes o Narón Amigos del Arte. En este panorama se mueven las nuevas y las veteranas galerías de pintura de la ciudad: Arboreda, Enrique Vázquez, Foro, Art-Idea, Estudio 46 y Van Gogh, los establecimientos especializados o las abundantes escuelas de pintores. 
Mientras tanto, ante la escasa presencia de pintores ferrolanos en los centros culturales municipales, sean cualesquiera que sean los inquilinos que habitan en la Plaza de Armas, las salas de exposiciones de la Galería Sargadelos, Casino Ferrolano y Ateneo Ferrolán, con la más irregular aportación de las salas de la Fundación ABanca, Colegio de Arquitectos, Exponav y Autoridad Portuaria, sirven de acogida a las muestras pictóricas de pintores y artistas ferrolanos, con el apoyo de algunos hoteles y cafeterías de la ciudad que cuelgan en sus paredes variadas obras pictóricas.
Dada la vergonzosa carencia de un Museo de la Ciudad donde poder mostrar esta riqueza pictórica de Ferrol, el Casino Ferrolano, con la colaboración de dos entidades culturales, el Liceo Europeo de las Artes y el Foro de Amigos de Ferrol (F.A.F.), quiere rendir un homenaje a la pintura ferrolana, realizando a principios de Diciembre una exposición donde se mostrará una selección de cuadros de reconocidos artistas locales, escogidos entre las más de trescientas obras que constituyen su fondo pictórico, a celebrar en su actual sede de la calle Real, construida por Rodolfo Ucha el año 1925. 
 

Cara y cruz de la pintura ferrolana

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