Remiendos

La analítica confirmó que el agua que sale de los grifos del colegio Rosalía de Castro de Carril no es apta para el consumo humano, razón por la que las autoridades competentes, léase la Consellería de Educación y el Concello de Vilagarcía decidieron prohibir su uso con buen criterio. Lo que no sabemos es cuánto tiempo han estado los alumnos de ese centro escolar consumiendo un líquido que no es adecuado para la salud. El color rojizo con el que salía hacía pensar en que el problema estaba en las tuberías y así lo pusieron de manifiesto desde la ANPA. Bastó esperar por el resultado del laboratorio, que tuvo suspense al tener que aguardar por una pieza procedente de Alemania para completar el trabajo, para confirmar que el nivel de hierro que presentaba el agua analizada doblaba el máximo recomendable. Y claro, la Consellería se apresuró a anunciar la ejecución de las obras necesarias para sustituir de inmediato las tuberías en mal estado para restablecer la normalidad lo antes posible.

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