Muletas y Bastones

Un gobierno en minoría, como el que está en ciernes en España, con la abstención del PSOE mediante, requiere capacidad negociadora, saber ceder en el momento justo para que la cuerda no se tense de más y buscar al mejor aliado en cada momento. Para ello es preciso disponer de un cómplice necesario que esté dispuesto a renunciar a buena parte de sus propósitos digamos que, por el bien común. En el caso de la política estatal, Ciudadanos se ha convertido en el amigo al que se recurre cuando uno quiere jugar al fútbol y solo él tiene pelota. Lo hicieron primero los socialistas y posteriormente los populares. En ambos casos los de Albert Rivera prestaron el balón con la única condición que, de vez en cuando, les dejen meter un gol. En la política local ocurre algo similar. En el caso de Vilagarcía, el PSOE  ha sabido arreglárselas para aplicar sus políticas sin contratiempos. Tuvo el sinsabor de aprobar los presupuestos en la trastienda, pero como la ley lo permitía, al fin y al cabo han podido sacar adelante una cuenta en Comisión.

Muletas y Bastones

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