Ya suenan los tambores

Después de las elecciones una cosa estaba clara: que el partido liderado por  Feijóo toca suelo en Galicia a un año de las autonómicas con un PP que sufre el porcentaje de voto más bajo de su historia. Enseguida don Alberto anuncia cambios para recuperar el voto perdido y pide una reacción al partido para revalidar la Xunta. El resultado además traía un “palo” añadido: el PSOE fue al partido más votado en cuatro de las siete urbes gallegas y, además, un síntoma: en Madrid ya no se hablaba de Feijóo como posible recambio a Casado que, contaba EL IDEAL, tiene pensado una nueva revolución en el partido para saldar viejas facturas y por limar el poder de los barones territoriales y está dispuesto a “borrar a todo afín al presidente de la Xunta. Otro dato que parece corroborar lo escrito hasta aquí es que Feijóo ya no es requerido por los medios de comunicación cercanos al PP como en épocas pasadas.

Aquí en la tierra de Breogan,  con la “guerra” por la autonomía el año próximo,  ya suenan los tambores llamando a la pugna. 

El Partido Socialista de Galicia prepara a sus cuadros para gobernar la Xunta, solo o con apoyos, anuncian sus heraldos y juntan EN UNA MISMA FOTO A Laxe, Touriño, Cristina Narbona, Bugallo, su nuevo héroe –el alcalde de Vigo, Abel Caballero –rodeando al Secretario general Gonzalo Caballero– pero, ay, nos falta aquel alcalde que aún ostenta el record de supervivencia en un ayuntamiento: Paco Vázquez. Ya andan por ahí explicando la ausencia. 

Lo que dicen es que el señor Feijóo fracasó con su modelo. Lo dicho: ruido de sables a toque de rtambor. En el otro bando el secretario general de los populares “cree que Gonzalo Caballero tiene miedo a medirse con Feijóo y, además, pone en marcha a sus huestes creando un nuevo órgano dentro de su estructura bajo el nombre de “Comité de ciudades”, un mecanismo para salvar los intereses de la Galicia urbana

De Ciudadanos sabemos que destituyó a la secretaria de programas por no adecuarse “al ritmo de trabajo” lo que también llaman” cambios razonables donde se incluye también a la exportavoz. Una pequeña revolución, vamos…

Y en Mareas siguen cociéndose en sus propios fracasos. Hace falta un egiptólogo para resolver esa especie de crucigrama que les acompaña. Aquí el único que sigue triunfando es el presidente de la Diputación de Ourense que se siente feliz en su coalición con el enemigo de toda la vida.  ¡Vaya gaita!

Ya suenan los tambores

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