Muévase, señor edil

Nos cuentan que el concejal coruñés de Mobilidade Sostible, Daniel Díaz Grandío, retrasa al final del verano el plan que mejorará las rutas del bus urbano pues tiene que realizar reuniones con asociaciones y entidades para que el “mapa de rutas del autobús sea eficaz y eficiente”. Aleluya. Tarde, pero vale más eso que nunca.
Apunte el señor edil que el bus urbano, según las normas de circulación, tiene prioridad a la hora de salir de las paradas y exclusividad en su uso.
Ahora, ya que tiene tiempo, dese un paseo para comprobar que esas normas no se cumplen, como –ya lo decíamos aquí hace unos días– la ordenanza municipal de Circulación (artículo 56) sobre el uso de la bici y no le cuento ya los artículos referidos a los horarios de carga y descarga, las dimensiones de las terrazas –que impiden al peatón su uso, o al menos, lo dificultan– y añadimos, pues ya se anuncia el problema en varias ciudades, la invasión del patinete y es evidente que la bici gana terreno en las ciudades.
Coordinar todo en un clima que permita que no se vulneren los derechos de cada cual, necesita unas ordenanzas claras y una autoridad que las haga cumplir y es que la movilidad en las urbes tiene mucho que ver con las decisiones para mejorar el medio ambiente en una lucha, necesaria, por supuesto, contra la contaminación.
Y así nos encontramos con coches, motos, bicicletas y ahora también patinetes con motor y sin normas al respecto. En Madrid, por ejemplo, la nueva norma que se pondrá en vigor en el otoño, obligará a los ciclistas y a los usuarios de los patines a circular por el carril-bici y en calles de un solo carril, circular a treinta por hora y en las aceras llevarlas “de la mano”.
Puede usted, señor edil, consultar cómo resuelven estos problemas en otras ciudades y le doy una pista: en Gijón y León, por ejemplo, han retocado la Ordenanza Municipal de Circulación y en Valladolid en las terrazas están sometidas (y es obligatorio que figure el documento en el local de hostelería) a un número de mesas según el tamaño de las aceras.
Un recorrido por nuestras calles, señor edil, le demostrará por propia experiencia que a veces el paseo del peatón es una verdadera yincana. Todo esto, que viene a ser la segunda parte de un comentario reciente, demuestra que el ciudadano en su devenir por la urbe coruñesa se encuentra con muchos problemas. Ah y con ningún guardia urbano.

Muévase, señor edil

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