De laboratorios y pandemias

mientras la ciudadanía acepta las normas dictadas desde el gobierno –y ciertamente algunas son discutibles y otras mejorables– la derecha más extrema vuelve a usar los viejos modelos de Aznar, pasando por el filtro del “laboratorio de ideas” de FAES: mentiras, exageraciones y bulos. Muchos ya han caído como la famosa foto de cientos y cientos de ataúdes en un almacén al lado del emblema del PSOE. Realmente la fotografía es el retrato de las consecuencias de un naufragio de inmigrantes en la isla de Lampedusa en 2013. Y como esa cien Una pandemia que, además, huele mal.
 Los laboratorios que luchan en busca de una vacuna que acabe con la maldita pandemia, al igual que la sociedad, tienen enfrente a un tenebroso laboratorio que extiende su maldad por las redes. Tenemos al PP buscando el fracaso del gobierno a cualquier precio en otra muestra más de aquel “cuanto peor mejor para mi” de Mariano Rajoy en la tribuna del Congreso. Un lenguaje bronco que por tremendista, mentiroso y desproporcionado convierte a las críticas razonables en algo inicuo. Y en eso están las dos derechas siguiendo la misma estela y confundiendo sus mensajes con los del president Torra. Los extremos se tocan.
Cada día alimentan desde esos laboratorios extienden su material por las redes, convertidas en auténticas cloacas. Y es que no se trata de llegar a un pacto, a buscar acuerdos por el bien general sino de echar la culpa al otro o, hay que repetirlo, para que, siguiendo el eslogan del exministro Montoro “que se hunda España que ya la pondremos nosotros a flote” Y esta irracionalidad ocurre mientras el empleo cayó en trescientos mil ocupados en el primero trimestre; los afectados por los ERTE superan el medio millón y, en definitiva, el paro sube al 14,4% y hay alrededor de un millón de hogares con problemas para subsistir. Hay una fractura social de una dimensión dramática, somos el país donde más aumentó la desigualdad. El drama del coronavirus merece, al igual que lo entendieron los ciudadanos, un frente común en la política. Alguien dijo: ocupémonos hoy de los vivos y ya habrá tiempo de pedir responsabilidades por los muertos. Buscar el fracaso del gobierno a cualquier precio es, además de una iniquidad, una deslealtad con los ciudadanos y un suicidio para el que lo provoca. La estrategia del dúo de la derecha que luego jalean sus portales mediáticos. Hacen falta vacunas contra la irracionalidad. 

De laboratorios y pandemias

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