La guerra de los mundos políticos

Por un lado tenemos a la derecha buscando un lugar más cómodo y en la otra esquina está la izquierda interesada en hacer bloque y en el horizonte lo que muchos llaman la segunda vuelta o, mejor dicho, la segunda oportunidad para mejorar la cuenta de resultados

En la derecha la pelea es doble: por un lado, para ganar a la izquierda y, por el otro, para ganar cada uno de sus principales intérpretes el laurel de presidir la oposición.

El señor Rivera no quiere pactar con Sánchez, pero sí está dispuesto a pactar con el Partido Popular y con Vox en ayuntamientos, diputaciones o comunidades autonómicas. Conviene recordar que ya pactó con el PP, con Vox y con el PSOE, pero ahora son los socialistas en la calle –”¡Con Rivera no!”– y el partido los que no quieren, así que intentará pillar lo que pueda y por donde le dejen, conseguir cargos, nóminas, poder, siguiendo su errático camino que le llevó desde la socialdemocracia al centro. En medio buscan en corral ajeno y en el propio se cambia de nido –de ahí los traslados de parte de sus figuras a Madrid– y ya veremos donde paran.

Vox, el tercero de la derecha, empieza a tener problemas dentro de la organización y se vislumbra una huida de sus representantes más desencantados – y cabreados– pidiendo el voto para Pablo Casado, que ¡otra vez!, inició su camino hacia el centro y tiene en el horizonte ¿tan lejos como el centro? hasta más de medio centenar de casos de corrupción entre los suyos y dejando a Vox en la ultraderecha y a Ciudadanos con el cartel de conservadores. Pero los populares tienen un montón de mensajes (como Groucho Marx sus principios), pues aquí al lado –en Compostela– el candidato popular Agustín Hernández “no descarta pactar con Vox si la situación lo requiere”, según nos contaba este diario hace un par de días

En la izquierda “los programas electorales sitúa al PSOE más cerca de Podemos que de Ciudadanos, para llegar a acuerdos puntuales”, según destacada crónica de “El País”, tal vez para “empatar” la de hace pocos días que pedía el dúo PSOE-Ciudadanos. Podemos y PSOE están cerca, según explican desde los propios partidos, en temas como la subida de impuestos, la reforma laboral, más medidas contra la violencia machista y garantizar el poder adquisitivo a los pensionistas pero discrepan en cómo resolver la crisis en Cataluña. Ya veremos quién gana las batallas del 26-M.

La guerra de los mundos políticos

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