¿Cataluña...? Mejor Galicia

Y es que en medio de ese asunto que tiene paralizado al Gobierno, a la oposición y entretenidos los medios de comunicación, por estos prados suenan voces de alarma y, en los ambientes políticos aparecen noticias de signo contradictorio: algunos voceros presentan a nuestro héroe como salvador en Madrid de Rajoy y los suyos. 
Por otro lado, él, Feij009,  con sus más fieles, ya entró en campaña electoral, anunciando el acoso a las alcaldías de las siete capitales y los reinos de las diputaciones. 
Tenemos a don Alberto ante el espejo: una huida a Madrid para asistir al entierro del Partido Popular y, de allí buscar una puerta giratoria que ya tiene engrasada o arrostrar un nuevo retraso del AVE, que ya preparan los populares con declaraciones como la del señor Puy, o el temor a la llegada –esa sí que trae retraso– de la Gürtel con las carpetas que traía el señor Crespo o la cascada de noticias que niegan que estemos en el buen camino, como la penúltima que nos dio este periódico contando que el número de personas que acude a los comedores de Padre Rubinos creció un veinte por ciento en el cacareado año de la salida del túnel (2017); la desfeita de las autopistas, los recortes en obras públicas, las cuentas pendientes con A Coruña, la ciudad de Galicia más castigada por la administración autonómica, el desprecio de Renfe hacia os camiños de ferro de Galicia, con el punto negro en Ferrol… 
La misma Renfe que inició el año con subidas de más de tres euros en algunas tarifas y un desastre en material, horarios y otras penas padecidas en los primeros días de este 2018, por no repetirnos en la denuncia constante y numerosas de los ciudadanos con el servicio que ofrece el Sergas, en general, y, en particular, el Chuac, cabreo que tiene ya el respaldo de la autoridad judicial y de los propios profesionales, que denuncian, entre otras cosas, la deriva a la privatización de los servicios como denunció la Coordinadora Anti-privatización da Sanidade Pública…
¿Se quedará aquí nuestro Feij009, para responder de su política forestal, para explicar la operación de las cajas de ahorros que patrocinó con entusiasmo y ahí están los ecos? 
Añadan a todo esto, el peso de Galicia en Madrid y compárenlo con el de Cataluña y Euskadi, dos comunidades históricas, con reconocimiento constitucional, y hagan cuentas. Les saldrá la prueba del resultado de Feijóo presidente aquí, no fogar de Breogán.

¿Cataluña...? Mejor Galicia

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