Sánchez y los misteriosis

Mientras escribo, todavía no se sabe hasta cuantas comunidades autónomas se ha extendido la listeriosis, esa enfermedad  producida por carne mechada podre. Entretanto, Pedro Sánchez se encuentra afectado de “misteriosis deconstruida”. Por más que ofrezca cosas a Unidas Podemos, a la derecha, o al Open Arms, todos le dicen que nones; que no están por la labor. Nadie  entiende que se las ofrece por su bien, nadie le hace puto caso, y nadie sabe que cojones quiere Pedro Sánchez. Lo suyo  es más que un caso grave de “misteriosis”. Es  un misterio de la hostia. Quizá sea que no sabe ofrecer las cosas; pero lo que cada vez está más claro es que, si no cambia de pola y empiece a ofrecer cosas que los demás quieren, vamos a ir otra vez a elecciones. Lo cojonudo del caso, es que Sánchez está convencido de que él, y sólo él, tiene razón. Bueno, él, y el Revilla, el Zar de Cantabria, que va largando lo suyo, que es lo de Sánchez, por cuanta televisión le abre una puerta, aunque sea de un armario ropero. ¡Jodr, Revilla!: Deja de pontificar más que el Papa, y mándale unas anchoucas de las tuyas al Sánchez, a ver si lo desintoxican de la “misteriosis” de una puta vez. Porfi.                  

Sánchez y los misteriosis

Te puede interesar