S i tuviera que jurar, juraría que Cifuentes ha renunciado a “usar su título de máster” porque no se lo reconoce ni dios por estar en el juzgado. También juraría que le aconsejaron preparar una coartada, por lo que pueda venir, y cargarle el asunto de “su papel falso” al rector de la URJC. Pero ¿no sabe la señora que se matriculó tres meses tarde, no asistió a las clases; no hizo el TFM; si alguien pidió en su nombre el papel falso, o se lo dio alguien porque le cayó simpática?
Cifuentes escribió al rector para defenderse del embolado de su chichi-máster, con muy mala hostia, como si él fuera otro Bárcenas. ¡Ah, la experiencia, qué útil es! Si tuviera que jurar, juraría que a Cifuentes le importa un pijo la URJC, con tal de salvar el culo y el cargo; pero va a tener suerte si, como mucho, salva sólo uno, pese a la defensa de Rajoy. Aquel que nos hablaba de vivir por encima de nuestras posibilidades mientras él cobraba dinero negro. Si tuviera que jurar, juraría. Pero no juro ¡coño!