La tabernaria del puerto

Al periodista Tomás Guasch, le sentó fatal que hicieran una pintada en la fachada de su casa, llamándole “payaso de Tabarnia” por ostentar el cargo de “Ministro de Deportes de Tabarnia”. Se quejaba amargamente además, de que ningún amigo ni familiar le hubiera llamado para expresarle su apoyo y dolor, ante tan lamentable hecho. Entiendo que se sienta dolido; pero tal vez él no llamó a sus amigos y familiares para decirles que le habían ofrecido un cargo de gobierno, en el país de las maravillas de Tabarnia, y que había aceptado. Si fue así, no debería reprocharles nada y pechar con las consecuencias de sus actos. Al fin y al cabo, esas cosas van en el sueldo del cargo y sus opiniones. Algo parecido a lo que me ocurre como “opinador”, cuando unos pocos lectores  (seis mil trescientos dos escasos), me ponen a parir por cosas que escribo. Haga como yo, neno: No critique a los amigos. Ni a los otros, sean lo que carallo sean, y siga con su carrera política. Le deseo éxitos por doquier.

La tabernaria del puerto

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