José Couso: Presente

Han pasado casi diecisiete años desde que José Couso fue asesinado por un tanque yanqui en la guerra de Irak, promovida por Bush, Blair (que quizá por eso luego se convirtió al catolicismo), y secundada por un cipote español. Ahora, la Audiencia Nacional condena al Estado a pagar una indemnización de 182.000 euros a su esposa y sus dos hijos, por haberlos abandonado a su destino y nos ampararles en su momento. Novecientos dos euros al mes. ¿Es esto lo que vale para la justicia la vida truncada de José Couso, o hace falta algo más? 

La causa penal contra Estados Unidos fue abandonada por la justicia española, y tras poner Zapatero límites a la ley de Justicia Universal, Mariano Rajoy le dio la puntilla al cargársela. Conviene no olvidarlo. Hay que resaltar la incansable lucha, que todavía dura, de la familia de José Couso, contra la inoperancia de la justicia española y los gobiernos de Aznar, Rajoy y sucesivos Desde aquí, quiero solidarizarme con toda la familia de José Couso, en su lucha sin desmayo que honra su vida y recuerdo, muy por encima de lo que signifique el premio Couso de Libertad de Prensa, lo cual, aun siendo natural, pone de manifiesto su inmensa calidad humana, su sentido y sed de la justicia, y el respeto que les merece la vida humana. 

Es fácil decir estas cosas, pero sus hechos lo demuestran, y son ejemplo de su integridad moral, por encima de cualquier discurso. Ahora espero, seguro que en vano, que el próximo gobierno restituya completamente la Ley de Justicia Universal a sus orígenes, y se pueda defender a cualquier español convenientemente en cualquier lugar, incluso en España, sin ser abandonados como José Couso y sus familiares. Con todo mi respeto.