El polígrafo

isto que la cosa no da para más, habrá nuevas elecciones el 10 de noviembre. Tras cuatro meses de dar la vara, ahora comienza el período de reproches, de todos contra todos; luego el de campaña, con lo mismo, al fin el de reflexión, y a las urnas. Pedro Sánchez dijo “He hecho todo lo posible”, pero, si le mangáramos el polígrafo, el cacharro  diría: No dice la verdad. Y si pasáramos por la misma piedra al resto de la camada política, el chisme diría lo mismo. Pero si fuera Ábalos a quien se le sometiera al polígrafo, no sólo no contestaría, lo más probable es que el cacharro pegaría un pitido colosal. Eso que de que “hemos resistido presiones y chantajes” está bien para la galería, pero lo mismo podrían decir Unidas Podemos y los otros. Lo de que no se ha respetado el mandato de los ciudadanos, tras las elecciones, es una chorrada magistral. Los ciudadanos votaron lo que les salió del higo y quienes tenían que pechar con los resultados y hacer el muñeco no supieron o no quisieron hacerlo. Lo malo es la pasta que nos va a costar, cuando hace falta para cosas de provecho.

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