De coña en coña

Tanto esperar el pronunciamiento de la Abogacía del Estado sobre la cosa de Estrasburgo y el Junqueras (que si sí, o  que si no), que al final se abrieron los montes y salió un ratón. 

Quizá a la Abogacía esa se le pudiera aplicar el dicho italiano que reza, “si quieres tirarte un pedo no aprietes el culo” (si chiu pétere non piu estrígere). En efecto: la chorrada de la Abogacía no sirve para nada, lo mismo que la de la Fiscalía, la de la Acusación Particular, y la que diga el tribunal Supremo, que no está por la labor de cumplirla y dejar a Junqueras en libertad para tomar su cargo de diputado europeo. Otra vez me apoyo en el criterio profesional de Pérez Royo, catedrático de derecho constitucional, expresando a mi través sus palabras sobre el asunto. Conste que, sin ser catedrático de nada, ya antes opinaba lo mismo que él, en presencia de mi abogado. Cuando el Juez Mantecas, o como carallo se llame, se pronuncie sobre la cosa sin tener en cuenta la opinión de la defensa de Junqueras, que pide la libertad del nacho y el decaimiento de la causa contra el procés por vulneración de derechos, el asunto volverá a Estraburgo, donde le volverán a endiñar al Mantecas otro repaso de tomo y lomo. 

Y es que el Tribunal Europeo es un antisistema judicial, que le tiene inquina a España porque, como todo el mundo sabe, sigue siendo la reserva espiritual de occidente, desde los tiempos del cabrón hasta nuestros días.