A rey muerto...

Me metí bastante con él, pero reconozco que Alberto Carlos Rivera Díaz (Albert Rivera) se fue con toda dignidad, y no como un Mariano Rajoy cualquiera. 

Pero el hecho es que Ciudadanos, y como decía Groucho Marx, “ha ascendido de la nada hasta un estado de extrema pobreza”.  Con la pérdida de escaños, Ciudadanos ha perdido nueve millones de euros, y está  en su economía con el culo al aire, mientras que a Vox, que recogió gran parte de sus votantes, la suya se le ha puesto tiesa de emoción, lo cual es una doble putada, por más que el Abascal monte a caballo, veloz como un rayo, y a pesar de que no le llegue a los tobillos a Jesús Gil, con su Imperioso. Pero, volviendo al tema, ahora el problema más acuciante de Ciudadanos es encontrar un líder sustituto de Rivera. Ya sé que Villegas  (el búho), con su penetrante mirada, no necesita ayuda para eso, pero yo le aconsejará pensar en Albert Boadella, cofundador en 2005 de Ciutadans, actual presidente en el exilio  de Tabarnia, y por tanto con experiencia política y  mucho gancho escénico. 

Nada mejor para alegrar el cotarro político y al personal, que un reputado payaso. Lo digo desde el cariño y con todo respeto para Albert. Para Albert Rivera, por supuesto.

A rey muerto...

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